El 31 de agosto se conmemora el Día Internacional de la Matrona y Matrón, una de las profesiones de salud más antiguas de la historia, la cual transitó desde un aprendizaje empírico, como partera, a una formación profesional que, en el caso de Chile, se originó con la creación en 1834 de la primera Escuela de Matronas bajo la dirección del médico francés Lorenzo Sazié.
Desde entonces, este valioso trabajo contribuye positivamente a indicadores de salud de la mujer, materno-fetales, de fecundidad, entre otros, iniciándose un desarrollo progresivo de la profesión en las áreas de ginecología, obstetricia, neonatología y salud sexual y reproductiva, lo cual ha hecho que se reconozca actualmente su quehacer nacional e internacionalmente.
Esta profesión tiene su origen en la atención del nacimiento, momento en el que las “parteras”, gracias a la observación y experiencia, apoyaban a otras mujeres durante el parto, hasta llegar a hoy donde contamos con profesionales altamente capacitados y competentes para asistir nacimientos y proporcionar cuidados a la madre y al recién nacido.
Sin embargo, los cambios demográficos y epidemiológicos en salud obligan a los profesionales a actualizar permanentemente sus conocimientos, incorporando a la práctica clínica criterios basados en la evidencia científica, a modo de brindar una atención de salud integral y de calidad, orientada a las necesidades de la mujer, hombre, recién nacido, familia y comunidad, desde una perspectiva de género, intercultural y de respeto.
La formación académica universitaria debe garantizar profesionales integrales, competentes y comprometidos con la sociedad chilena, preparados para otorgar cuidados de salud de calidad; profesionales que sean agentes de cambio, éticamente responsables, reflexivos y empáticos, con capacidad de trabajo en equipo, habilidades de comunicación y perspectiva para atender la diversidad, aportando así al cambio del perfil epidemiológico, requerimientos de salud durante el curso de vida, demandas sociales y salud de la sociedad actual.
Entre las realidades a las cuales también deben atender, se encuentran el descenso de la fecundidad, el aumento de casos de infecciones de transmisión sexual, la violencia de género, la salud de los adolescentes, el cáncer de mama como la primera causa de muerte de mujeres en edad reproductiva en Chile, el incremento en las tasas de infertilidad en los últimos años (15% a nivel mundial y alrededor de 10,4% en Chile) y la salud mental perinatal, entre otras.
La matronería tiene un importante rol en la sociedad, razón por la cual conmemorar el Día de la Matrona y Matrón visibiliza y reconoce su labor diaria, de ayuda y apoyo a las mujeres en momentos únicos, motivados por la vocación en el área clínica, el fomento a la investigación científica, la gestión y formación profesionales mediante la docencia de pregrado y/o postgrado.
Quienes ejercen esta profesión son fundamentales en la salud de la población, son la mano que sostiene a la mujer en sus procesos vitales, quien escucha los testimonios más profundos y privados de mujeres y parejas, las palabras de contención y orientación que necesita una familia y la atención que espera un recién nacido. Por esto y más, ¡Feliz Día Matronas y Matrones!
Dra. Daniela Andrade Rebolledo
Directora de carrera Obstetricia y Puericultura
Universidad Autónoma de Chile