¿Cuál es el contexto?
El Maule enfrenta su propio escenario de luces y sombras. Pese al dinamismo de sectores como la industria y el comercio, el ingreso de jóvenes al mercado laboral sigue topando con barreras estructurales como la informalidad, la baja participación femenina y la fragilidad del primer empleo.
¿Cuál es la fuente?
Se trata del Termómetro Laboral (TL) desarrollado por el Observatorio Laboral de la Región del Maule (OLM) proyecto ejecutado por la Universidad Católica del Maule y financiado por la Subsecretaría del Trabajo del Ministerio del Trabajo y Previsión Social.
¿Cuál es el escenario?
Durante el trimestre móvil abril-junio de 2025 el mercado laboral maulino mostró señales alentadoras y otras no tanto, por un lado, la caída en la tasa de ocupación (-1,3 puntos porcentuales en doce meses), pero también una disminución en la tasa de desocupación regional (-1,0 p.p.) y un alza destacada en el empleo asalariado privado, que creció 4,5% en un año.
¿Qué explicó la Seremi del Trabajo del Maule?
“Para las y los jóvenes maulinos, estas cifras representan un escenario desafiante. Sectores como la Industria Manufacturera, que aumentó en un 16,5% su número de ocupados en los últimos doce meses, y el Comercio, con una expansión de 2,9%, podrían estar generando espacios de inserción laboral juvenil, especialmente para quienes egresan de liceos técnicos o buscan empleos de rápida entrada”, señaló Maribel Torrealba.
¿Cuál es la visión de la directora del Observatorio Laboral?
“El Maule presenta la tercera tasa de informalidad más alta del país, una situación que afecta con mayor fuerza a los jóvenes, quienes suelen ingresar al mercado laboral sin contrato ni acceso a la seguridad social. Esta informalidad se transforma en un círculo vicioso que dificulta la estabilidad, impide cotizaciones previsionales y debilita trayectorias laborales formales”, comentó Irma Carrasco.
¿Cuál es la conclusión?
En resumen, mientras los datos macroeconómicos dan señales de reactivación -especialmente en sectores dinámicos-, el empleo juvenil en el Maule sigue enfrentando barreras estructurales ligadas a la informalidad, las brechas de género, la baja articulación entre formación y empleo, y escaso uso de canales institucionales de inserción.