
La elección presidencial y parlamentaria está a la vuelta de la esquina. La suerte ya parece echada para los candidatos con miras a los comicios que se celebrarán el próximo domingo 16 de noviembre.
Una elección que promete marcar un hito de participación, dada la inscripción automática y obligatoriedad del sufragio. Se dice que votarán más de 12 o 13 millones de personas, aun cuando también se avizora un porcentaje importante de votos nulos y blancos, especialmente en las papeletas de diputados y senadores.
Así lo cree Ernesto Reinoso, sociólogo y director de Contextus Ltda., lo que se explicaría por el mayor desconocimiento que existe sobre los postulantes al Congreso, a diferencia de lo que ocurriría con los aspirantes a La Moneda.
¿Cómo se proyecta la participación electoral para los comicios del 16 de noviembre? Se dice que, a diferencia de elecciones anteriores, la participación llegaría a más de 12 millones de votos.
“La participación electoral, lo que se proyecta en Chile, es que voten más de 13 millones de personas, por lo tanto, a diferencia de elecciones anteriores, puede que sea la elección con voto obligatorio con mayor participación y esto dado por la importancia de la elección, donde se elige Presidente y parlamentarios”
¿La mayor participación que se avizora se explicaría por la obligación del voto, por el interés de una elección presidencial y parlamentaria, por el contexto país, etc.?
“Creo que Chile se caracteriza por tener, sobre todo la población sobre 40 años, una alta conciencia cívica y eso se va fortaleciendo a medida que la edad avanza. Por lo tanto, si bien es cierto lo obligatorio es importante, hay mucha gente que vota porque tiene una conciencia de emitir su sufragio y poder seleccionar a sus autoridades. Ahora, no hay que desconocer que si el voto fuera voluntario en ningún caso habría una cantidad de votantes como la que acabo de mencionar”.
¿Cuál es la importancia en términos de participación y resultado de la votación de quienes debutarán en estos comicios?
“Los nuevos votantes claramente van a marcar una cierta diferencia, ésta no va a ser determinante, sino que más que nada se puede ligar a las figuras más emergentes como Kaiser, Parisi. No todos los votos se van a ir para allá, pero un porcentaje importante del nuevo votante no politizado, el obligado a ir a votar, el que no tiene conciencia cívica, puede que vote por estas figuras más emergentes. Ahora, no creo que el nuevo votante determine que la votación se vaya toda para un candidato, es muy probable que los porcentajes se repartan equitativamente en base a las grandes mayorías. Me explico, no creo que toda la votación del nuevo votante se vaya a Parisi o a Kaiser, se va a repartir proporcionalmente entre todos los candidatos, teniendo cierto énfasis en estos dos candidatos nuevos que menciono”.
¿El voto blanco y nulo podría registrar un crecimiento y que tan importante podría ser éste en un escenario con fuerzas políticas claramente señaladas?
“En relación con la lógica del voto obligatorio, es muy probable que haya una tasa importante de nulos y blancos, sobre todo en la votación de parlamentarios. No sé si tanto en la votación presidencial porque los candidatos y candidatas tienen un alto nivel de conocimiento, pero sí se va a dar con mayor fuerza en diputados y con un poco menos de fuerza en senadores. Yo creo que en parlamentarios los nulos y blancos van a ser un poco más grande que lo habitual”.
En términos de resultado, ¿se espera una elección reñida y en la que necesariamente se pasará a una segunda vuelta?
“Va a ser una elección estrecha porque muy probablemente Jeannette Jara llegue primera y José Antonio Kast llegue segundo, con quizás una diferencia de 5 o 7 puntos, pero los candidatos de la derecha como Kaiser, Matthei y Parisi, que es un outsider de derecha, también están en el bloque del grupo de avanzada, por lo tanto, va a ser una elección reñida y sin lugar a duda, va a haber una segunda vuelta. Quizás si la derecha hubiera hecho una primaria normal, a lo mejor esto se hubiera decidido en primera vuelta, por el clima de opinión favorable a la derecha”.








