¿Cómo se desarrolló su candidatura al Senado por el Maule?
“La candidatura es fruto de un trabajo en terreno y muy serio que no se limitó a los dos meses de campaña. Nosotros empezamos con mucha anticipación un recorrido por cada rincón del Maule. Estuve con muchas comunidades y mucha gente. Con eso se generó una conexión muy genuina y profunda de ponerme a disposición de la gente.
Ese fue el mensaje que fue muy bien recibido. Ahora, también fue importante que yo soy parte del equipo de José Antonio Kast en materia de seguridad y fronteras. Y esas son prioridades de todos los chilenos. Eso también me hace ponerme en vitrina porque son temas que impactan a todos por igual”.
¿Cómo afrontar el crimen organizado?
“A nivel país tenemos un plan bien robusto con medidas y ejes estratégicos que van a impactar en todo el país. En el Maule ya tenemos bandas criminales y eso me dijo la gente en campaña. Hay una percepción muy alta de inseguridad con evidencia de grupos criminales que han sido desarticulados por las policías, en un trabajo bien coordinado con las fiscalías.
Pero hay que poner mucha atención a estos fenómenos. Porque todos estos males del crimen organizado, el tráfico de drogas, la trata de personas, secuestros y el sicariato, se comienzan a extender y salen de las grandes ciudades. Y es lógico pensar que buscarán regiones como el Maule, con zonas más rurales, con menos control y dotación mermada de Carabineros.
Por ello, debemos ser proactivos y no reactivos. Hay que trabajar mucho con Carabineros en cuanto a dotación y medios materiales”.
¿Cómo mejorar la dotación de Carabineros pensando que la formación es un proceso lento?
“Conozco el proyecto de la escuela de formación en el Maule. Es una buena iniciativa, pero no va a solucionar este problema. Además, estamos hablando inicialmente de 60 plazas o algo más. Eso suma, por supuesto, pero es muy poco.
Ahora bien, esa cifra debería aumentar porque hay mucha gente que en el Maule se identifica con el orden, con lo que significa Carabineros, con la buena gobernanza y el cumplimiento de la ley.
Y ahí puedo asegurar que si tuviéramos más infraestructura habría más interés y más dotación. Lo que tenemos que hacer, a nivel país, para suplir estos 8 a 10 mil carabineros más que nos faltan, es configurar una reserva activa. Es decir, convocar a los reservistas que están en la vida pasiva, para reactivarlos y ponerlos a disposición. Fuera de eso, también llevar a cabo un reordenamiento interno para liberar labores administrativas y fortalecer la parte operativa.
También vamos a poner tecnología al servicio de la labor policial, lo cual reduce el uso del recurso humano. Es decir, hay varias cosas que se pueden hacer y que son parte de un proyecto integral”.
¿Cuál es su visión en cuanto a fortalezas y oportunidades de la región en materia productiva?
“Lo primero es decir, como diagnóstico, que no tienen relación el potencial de esta región con sus indicadores de desarrollo humano y con la prosperidad que ha generado.
Estamos hablando de una región con un importante territorio y más de un millón de habitantes, con un valle fértil de nivel mundial, una cordillera envidiable y 200 kilómetros de costa bellísima, sumado a ventajas estratégicas como en la agroindustria y el sector forestal.
Entonces, indudablemente, aquí hay muchos factores que debemos convocar para que, en alianzas del sector público y privado, se pueda facilitar el emprendimiento, generando el bienestar y prosperidad para toda la región.
Hay muchos sectores que están en un estado de mediocridad. Miremos el turismo que debiera ser de nivel de países desarrollados. También retomar el objetivo de ser una potencia agroalimentaria. Es decir, debiéramos ponernos a la vanguardia. Ese es mi sueño”.
¿Y en cuanto a las carencias que usted detectó?
“Lo principal es el acceso al agua potable en zonas rurales, además del alcantarillado. No es aceptable que viva gente sin ese servicio básico. Esas cosas las debemos tener velozmente para empezar a pensar en grande y ponernos en una ruta de crecimiento y prosperidad.
A nivel mundial, en el mundo desarrollado se habla de la inteligencia artificial y la economía del conocimiento. Pero nosotros seguimos arrastrando problemas sociales en vivienda, salud y educación”.
¿Y cuáles son sus grandes proyectos?
“Yo pienso retomar el proyecto de un corredor bioceánico que venga desde Argentina y se conecte con un puerto en nuestras costas. Pensar en un aeropuerto de carga. En mejorar la conectividad física y digital. Creo que el Maule da para mucho, pero antes, debemos solucionar lo básico”.
¿Cuál es su visión en cuanto a descentralización de Chile?
“Es una prioridad. Más que darle poder de decisión a las regiones, yo creo que el tema es de recursos. En Santiago se siguen tomando decisiones sobre un alto porcentaje del presupuesto nacional. Eso no puede ser.
Ahora bien, hay un problema del modelo también. Este Gobierno que sale ha estado entrampado en sus complejos ideológicos, donde la generación de riqueza sigue siendo postergada por la redistribución, lo cual, ha generado miseria o mediocridad en gran parte del mundo.
Nosotros tenemos un potencial tremendo para generar riqueza y eso debe ser potenciado desde la misma región. Si logramos crecer más allá del mediocre 2% actual, debajo del promedio mundial, debiéramos activar a las regiones para que se empiece a notar en prosperidad y bienestar para toda la gente”.
¿Cuál será su sello de gestión como senador?
“Estaré mucho en terreno. Yo me conecto mucho con mi gente. Respecto del Maule, mis prioridades se alinean con las tareas a nivel nacional, esto es, seguridad para darle tranquilidad a la gente, así como apoyar a Carabineros para hacer frente al crimen organizado. Y en la parte económica, el tema de la conectividad, la agricultura y el empleo son las prioridades. A su vez, me motiva la educación pública, porque es la base para el desarrollo de nuestra región. Y el tema social, porque va de la mano con recuperar la identidad del Maule, donde se respira chilenismo y patriotismo, lo cual debemos recuperar. En esos temas vamos a estar trabajando”.
