Hace solo un par de semanas, en este mismo espacio, escribía sobre este tema y hoy se hace un deber volver a hacerlo.
Cuando lo hice, pocos días atrás, fue la sensibilidad que generaba en la opinión pública el reciente accidente de un bus, dejando dos personas fallecidas, como consecuencia. Pues, lo que poco salió en los medios, fue que solo a la semana siguiente otra persona dejaba de existir en un nuevo accidente y que hubo al menos unas cinco personas lesionadas, en unos cuatro nuevos accidentes, solo a las semanas siguientes. La comunidad se pregunta… ¿hasta cuándo más vidas, más heridos y más traumas?
Quienes vivimos en la costa de la región, sentimos la ausencia de atención en este asunto. Es evidente un tema que no solo afecta, sino que molesta y que causa daño social y falta de coherencia en el relato, pues se habla mucho de descentralización y es evidente que, si fuera una ruta más central la que tuviera la triste y dramática estadística de un fallecido cada 45 días en los últimos diez años, es muy probable que la doble vía -con todos los estándares de seguridad requeridos para el tránsito actual- ya estaría lista.
La zona costera del Maule lleva 12 años seguidos de crisis: 2009 con la crisis subprime; 2010 y los cinco años siguientes con el fatídico 27F, sus réplicas y reconstrucción (la que aún no está concluida); 2014 con los incendios; 2017 con el peor incendio vegetacional urbano de la historia de Chile, también con perdonas fallecidas; 2020 la pandemia que, por cierto, al igual que el resto del planeta afectó fuertemente; y ahora la ruta.
Solo como dato al margen: el trazado y diseño de la ruta Constitución a 5 Sur, es la que se realizó hace 50 años y solo se le han efectuado un par de mejoras.
Lo malo de las crisis, es justamente que son crisis. Lo bueno es que abre espacios y hoy es la comunidad íntegra, unida, con sus distintas labores, rubros, funciones, desde el productivo más relevante hasta los clubes del adulto mayor, pasando por todo lo que hay en el intertanto, sin distinciones políticas (más aún, con gran generosidad política, de aquellos actualmente electos democráticamente) la que está respondiendo a la demanda.
Día a día se suman más, de diferentes rubros, de diferentes comunas, sectores y lugares. Es un movimiento que se comenzó definitivamente a mover y no parará.
Hemos conocido de la autoridad actual que en su relato está el escuchar a la gente. Todos queremos que así sea y que a Chile le vaya bien. En este asunto, la gente de la costa del Maule, nos haremos escuchar y el lema será: Doble vía ¡ahora!
Leonardo Vergara
