¿Qué ocurrió?
Una nueva jornada de fiscalización y coordinación se llevó a cabo entre autoridades regionales del Transporte, la municipalidad y directivos de las líneas 5 y 7 Abate Molina de Talca, ocasión en que se reiteraron los esfuerzos que se realizarán para mejorar la periodicidad, a pesar de que continúa el importante déficit de choferes profesionales para la locomoción colectiva mayor.
¿Qué dijeron los microbuseros?
Así lo confirmó Guillermo Medina, representante legal de Abate Molina Talca, al explicar que «queremos que el 70% de nuestras máquinas salgan a trabajar para mejorar la periodicidad. Se van a dictar cursos para choferes. Queremos que la gente llegue, porque estuvimos en un proyecto similar con las OMIL de la municipalidad de Talca, pero no llegan los conductores, aunque el curso es gratis. Nos comprometimos a salir con la primera máquina a las 06:50 horas y, desde allí en adelante, cada diez minutos».
¿Cuál es la realidad de esta empresa?
Casimiro Opazo jefe de servicio Abate Molina Talca, sostuvo que «en las líneas 7 y 5 vamos a inyectar nuevas máquinas, para tener mejor frecuencia. Se hizo el año pasado y fue muy bueno. Si es necesario, se va a hacer desde el oriente al centro y el surponiente al centro. La última máquina va a salir a las 20:00 horas. Siempre hemos estado preocupados de la gente, pero no tenemos choferes y tenemos que hacerlo con las 58 máquinas operativas de más de 120 en total. Esa es la realidad. La gente ahora busca otro rumbo y no quiere trabajar como chofer, porque el estrés es muy grande».
¿Qué dijeron desde la municipalidad de Talca?
Al respecto, el concejal de Talca, Ervin Castillo, presidente de la Comisión de Tránsito del Concejo Municipal, confirmó que «se han buscado alternativas, pero no han funcionado. Creo que hay un punto de fondo, en cuanto a que pueda tramitarse pronto en la Contraloría el área de exclusión, porque se trata de una política de transporte que va a permitir a Talca tener un trato distinto con los gremios microbuseros, ya que se pueden exigir frecuencias y disponer de más recursos para los gremios microbuseros. Eso puede generar un cambio, como ha ocurrido en muchas comunas, menos en Talca».
¿Qué rol tendrá la municipalidad?
«En Talca hay una mala planificación urbana de crecimiento habitacional, a lo cual, hay que hacerle frente. En cuanto al tránsito, hay que mejorar la fiscalización en terreno que ha sido bastante escasa. Por ello, estamos asumiendo compromisos por lo que se viene para el viernes 3 y el lunes 6 de marzo. Ojalá se pueda mejorar con medidas más paliativas y esperando una política de fondo con perímetros de exclusión», añadió Ervin Castillo.
¿Qué explicó la seremi de Transportes?
Ximena Oliva comentó que «estamos fiscalizando a las líneas 5 y 7 de Abate Molina para coordinar medidas y mejorar la periodicidad. Hemos desarrollado con los gremios un trabajo conjunto, organizando recorridos, frecuencias y horarios. Los estamos visitando y verificando cómo van a funcionar el próximo viernes».
¿Qué puntos críticos existen en Talca?
«Los puntos más críticos en Talca es la conurbación con Maule, donde tenemos muchos colegios Lo mismo en la zona del centro donde hay tres colegios juntos. Y el sector del hospital de Talca, donde la gente se estaciona mal y dificulta el tránsito del transporte público», añadió la seremi de Transportes.