¿Cómo fue?
Con una importante presencia de público que acompañó la simbólica acción se llevó a cabo el Vía Crucis por las principales calles de Talca en el contexto de Semana Santa.
¿Quiénes participaron?
El recorrido por calle 1 Sur desde 6 Oriente hasta la Plaza de Armas de Talca fue encabezado por el Obispo de la Diócesis de Talca, Galo Fernández, junto a sacerdotes y feligreses, quienes recordaron los distintos hitos del flagelo de Jesucristo a manos del Imperio Romano que culmina con su crucifixión y muerte, para dar paso a su resurrección.
¿Cuál es la mirada del Obispo?
«El Vía Crucis es una tradición muy hermosa porque demuestra cómo Jesús camina e medio de nosotros, uniéndose a nuestros dolores y en cada una de las escenas reconocemos la figura de distintos mundos de dolor que hay entre nosotros. Jesús nos enseña el dolor que nos acompaña en la vida para comprometernos», sostuvo Galo Fernández.
¿Cuál fue el mensaje?
«El Viernes Santo es muy importante en la vida de la Iglesia Católica porque es la jornada en que recordamos la muerte de Jesús y la miramos con atención para comprender y ponderar todo lo que ella significa. Es un momento en que Jesús se une a nuestros dolores», sostuvo Monseñor.
¿Cuál es la reflexión?
«Nosotros lo miramos a Jesús para unirnos a su dolor, pero es él quien se ha acercado a compartir nuestros dolores y a ayudarnos a enfrentar la vida con todas sus dificultades. Nos muestra un amor extraordinario cuya presencia transforma el dolor. Un dolor acompañado por Cristo se vuelve muy distinto», explicó.
¿Qué significa?
«Quiere decir que cuando uno está enfermo o complicado si uno recurre al Señor tal vez no cambie mucho la enfermedad o algo específico, pero cambia la actitud, la experiencia y el sentido de lo que se está viviendo», subrayó el Obispo.
¿Cómo terminó?
El Vía Crucis avanzó por la calle 1 Sur para detenerse a reflexionar y orar en cada una de las 14 estaciones, acompañando la comitiva que traslada la Cruz con cantos y rezos. Luego, en la Catedral, se llevó a cabo la Adoración de la Cruz que pasa a transformarse desde un instrumento de sufrimiento a un símbolo del amor de Jesús, dando la comunión a las personas.