Un aspecto curioso rodeó el nacimiento de monseñor Ernesto Rivera. Aunque las reseñas biográficas que conocemos citan el documento civil para corroborar su nombre, la partida de bautismo en la parroquia de Vichuquén afirma que su segundo apellido no es Reyes. Su madre se llamaba Clara Luz Pais (Libro de Bautismos, parroquia de Vichuquén, 1902-1916, pg. 536 vlta, n° 8). La partida posee “nota marginal” y repara en el cambio de apellido materno en el Registro Civil. ¿Qué motivó el cambio original del apellido materno?.
Un misterio a investigar y resolver. Lo mismo podríamos decir del primer obispo de Talca. De hecho, revisando los libros de Decretos y Nombramientos de la época de monseñor Larraín donde él ejerce como Secretario del obispado, el firma como “Ernesto Rivera P”, es decir, Ernesto Rivera Pais con el apellido de su madre.
Monseñor Rivera durante casi toda su vida ejerció como “secretario del obispado”, es decir, estaba a cargo de estampar por escrito todos los actos administrativos que el obispo realizara en la diócesis de Talca ya sea estos tanto decretos como erecciones de nuevas parroquias así como nombramientos de nuevos párrocos en alguna zona de Talca o de Curicó o la costa. Hemos revisado los libros de Decretos y Nombramientos de las épocas de monseñor Carlos Silva y de don Manuel Larraín y don Ernesto Rivera no aparece nunca ejerciendo como Vicario General de la diócesis.
Recién llegado el primer obispo de Talca don Carlos Silva nombra a su sobrino don Jorge Larraín Cotapos como Vicario General de la nueva diócesis y al presbítero Lorenzo Aguiar Venegas como Secretario del obispado por decreto de fecha 18 de abril de 1926. Posteriormente, durante el gobierno de monseñor Manuel Larraín como obispo de Talca a partir de 1939 don Ernesto Rivera será nombrado como Secretario del obispado.
Posteriormente el 11 de diciembre de 1942 don Ernesto Rivera será nombrado Vicario cooperador en la parroquia de Lolol y luego el 23 de enero de 1943 el obispo Larraín lo nombrará como Vicario General “suplente” durante la ausencia del obispo en Talca. Muy posteriormente en el período episcopal del obispo Carlos González será designado como Vicario General y Provisor el 8 de marzo de 1967 cuando recién el nuevo sucesor de monseñor Larraín estaba asumiendo su cargo.
Otra dimensión en la vida de monseñor Rivera y que merece un estudio más detenido fue el ejercicio de la docencia como profesor en el antiguo seminario san Pelayo y su presencia y aportes en distintas instituciones dedicadas al estudio de la historia; de hecho fue miembro activo de la Sociedad de Historia Chilena de Historia y Geografia y de la Sociedad de Historia y Geografía de Talca.
Con respecto a la obra escrita por monseñor Ernesto Rivera Pais ella es muy variada y se encuentra dispersa en diferentes publicaciones. Se falta a la verdad cuando se afirma que es un legado “esfumado”, pues hasta la fecha nuestras investigaciones nos han llevado a encontrar al menos una docena de artículos y ponencias que están distribuidas en distintas publicaciones y revistas tanto a nivel regional como a nivel nacional.
Tan sólo la edición número 1 de los Cuadernos de la Sociedad de Historia y Geografía de Talca de marzo de 1971 da cuenta de siete ponencias de carácter histórico entre 1968 y 1970 escritas por monseñor Rivera.
En este sentido don Ernesto Rivera ejerció un rol muy activo dentro de la Sociedad de Historia y Geografía de Talca, ámbito desde donde es posible hoy día conocer una variedad de sus trabajos e investigaciones. También monseñor Rivera escribió algunos artículos en la Revista Maule UC desde 1977 hasta 1983.
Pudiéramos seguir dando datos de sus publicaciones pero eso significa superar los límites tasados para esta publicación.
Nelson Chávez Díaz
Sociedad Chilena de Historia y Geografía
Filial Curicó
