Una pintora pinta. Una cantante canta. Una casa acoge. En medio de una premiación en la Grete Bussenius, presidenta de la Casa del Arte, en su faceta de cantante lírica., Patricia Rojas muestra sus pinturas. Y Grete Bussenius, la anfitriona, canta (por Rodrigo Contreras Vergara)

Al poco tiempo de llegar a Talca, allá por 1974 y con 18 años cumplidos, Patricia Rojas Bravo se plantó frente a la vieja puerta de la Casa del Arte, un edificio clásico de dos pisos, de techos altos, puertas pesadas, ventanas de medio punto y pequeños balcones de fierro forjado.
Golpeó varias veces sin recibir respuesta. Quería integrarse al taller de pintura. Le costó ubicar al encargado. Hasta que habló con el profesor Renán Valdés, quien aprobó su incorporación.
Fue el inicio de una historia que se ha prolongado hasta hoy con Patricia desarrollando una destacada trayectoria como artista visual y, además, participando en el directorio del Centro Amigos del Arte, entidad gestora de la iniciativa.
El papá de Patricia no quería que se dedicara a la pintura, asumiendo el prejuicio de que el arte es un pasatiempo y no una profesión. Paradójicamente, él, recuerda Patricia, a los 12 años le compró “El tratado de la pintura” y más tarde le mandó a hacer un caballete, un piso y una mesa de dibujo. Inconscientemente, sin asumirlo, el papá le fue incentivando su lado artístico.
Entre 1976 y 1979 se dedica a pintar mujeres calvas, las “peladas”. Una etapa que, asegura, fue el puntapié para asumir la pintura de una manera profesional. Y desde ese día no ha parado. “Toda una vida pintando”, dice sobre una actividad que considera “el alimento de mi alma y cerebro”. Y sobre la Casa del Arte, dice que, simplemente, es su casa.

La Casa del Arte inició sus actividades a comienzos de la década del 50 del siglo XX, siempre con talleres y exposiciones, en una casa ubicada en 1 Norte, entre 2 y 3 Oriente, donada por Gabriel Pando.
Grete Bussenius, presidenta de la Casa del Arte, cuenta que la donación de Gabriel Pando no quedó registrada en ningún documento, asumiendo su propiedad la Municipalidad de Talca, la que posteriormente la vendería a una constructora que levantó un moderno edificio.
En ese traspaso se acordó un comodato a favor de la Casa del Arte, quedando la entidad cultural con un espacio en el primer piso donde funciona la galería y otro en un piso superior para desarrollar sus talleres.
Grete lleva tres años en la presidencia de la Casa del Arte. Es, a todas luces, una entusiasta. Y si bien dice que disfruta de poder contribuir a este proyecto, admite que no ha sido fácil. Sí, eso. Financiar la actividad artística es complicado. Los recursos vienen de los talleres y de fondos concursables. No hay subvención de ningún tipo.
Así, por ejemplo, el año pasado inauguraron una remodelación de la galería de arte gracias a un proyecto de infraestructura del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Patrimonios. Antes, la casa estuvo tres años cerrada debido a la pandemia. En ese periodo no hubo talleres y, consecuentemente, tampoco financiamiento.
La remodelación fue una inyección anímica. Grete explica que la intención de la directiva es lograr vínculos con diferentes instancias artísticas y así tener una comunidad en torno a la Casa del Arte.
Con ese objetivo, la entidad se ha abierto a distintas actividades culturales. La última fue la premiación del concurso de cuentos y poesía “Historias de nuestra tierra”, del Ministerio de Agricultura.

La actividad fue una muestra de los vínculos a los que aspira el proyecto. Además, la sala donde se desarrolló la premiación acoge una muestra de obras de Patricia Rojas. Y junto a la tradicional ceremonia de entrega de premios a los ganadores del concurso, se presentó la propia Grete, quien es cantante lírica, con una selección de piezas musicales. Una sinergia que la Casa del Arte espera sirva para promover su actividad cultural.
Ese día Grete sorprendió con su voz e histrionismo a la audiencia. Fue un cierre perfecto, un final de cuento.
FOTO 1: Patricia Rojas junto a un cuadro que muestra las tazas regalonas de su madre, las mismas que recibió de herencia.
FOTO 2: Grete Bussenius, presidenta de la Casa del Arte, en su faceta de cantante lírica.