¿De qué se trata?
El 18 de noviembre de 2004, se desplomó el puente sobre el río Loncomilla, en la ruta San Javier-Constitución, construido en 1997 y cuya vida útil se estimaba en al menos dos décadas. El derrumbe del viaducto -nunca inaugurado- se registró en horas de la noche y significó la caída de cuatro vehículos a las aguas del Loncomilla.
¿Cuáles fueron las consecuencias?
El hecho no dejó consecuencias fatales y los ocupantes de los vehículos accidentados lograron salir por sus propios medios, registrando lesiones menores y poniéndose a salvo a orillas del río, para luego ser trasladados a recintos de salud.
¿Por qué se cayó el puente?
El viaducto construido por la empresa Pawyc, presentaba problemas especialmente en una de sus cepas -lo que estaba en conocimiento del Ministerio de Obras Públicas hace un año- y si bien se habían iniciado trabajos de reparación a cargo de Jorge Erazo y Cía. Ltda, nunca se suspendió el tránsito vehicular, incluyendo el paso de camiones de carga.
¿Qué más determinó la investigación?
La investigación llevada a cabo en su momento, dejó al descubierto el tránsito por el viaducto, de camiones con sobrepeso transportando vigas de Alchi S.A., cuya planta se ubicaba en el lado poniente del puente. Además, se conoció que la empresa Alchi S.A. realizaba un pago a carabineros de San Javier para ser escoltados en el tránsito hacia distintos lugares, transportando las vigas, y evitando con ello ser fiscalizados.
¿Qué otros coletazos dejó la caída del puente?
El desplome del puente dio pie a una serie de críticas y acusaciones entre diversos actores, siendo quizás las más duras las vertidas por el diputado DC, Pablo Lorenzini, en contra del Ministro de Obras Públicas, Javier Etcheverry, a quien acusó de tener «arreglines» en este caso. Esto generó la molestia del Presidente de la República, Ricardo Lagos, quien le quitó el saludo al parlamentario, sin importarle que fuera en ese momento el presidente de la Cámara Baja.
¿Y que pasó con el puente?
Más adelante, los restos del viaducto caído fueron removidos del lugar y también la estructura que había quedado en pie. Muy cerca se levantó un nuevo puente sobre el río Loncomilla. Lo curioso es que un viaducto más antiguo, anterior incluso al caído, aún se mantiene en el sitio, pero no está habilitado para el tránsito de vehículos.