¿Cuál fue la principal queja?
«Tengo 86 años y eso me pasa la cuenta. Me costó encontrar el nombre de mi candidato porque la letra es muy chica y está oscuro. Después, se me dificultó doblar los votos m´sa grandes. Y al final se me había quedado el bastón. Me demoré mucho, pero lo logré».
¿De quién se trata?
Se trata de Pedro, adulto mayor que, a primera hora de este sábado 26 de octubre, llegó a votar a su mesa en la sede Talca de la Universidad Autónoma. Su señora lo acompañó y lo debió esperar sentada en una silla al interior de la sala.
¿Que otro ejemplo?
Doña Edelmira, de 82 años y con severas dificultades para desplazarse, llegó a su local de votación en la Escuela La Florida, en calle 15 Sur, en Talca, acompañada por su hija que debió ayudarla para sufragar.
¿Como fue?
Con su «burrito» por delante, entró y salió del local de votación, muy contenta por haber logrado votar. «Yo cumplí iy ahora que vengan los más jóvenes», afirmó.
¿Qué comentaron los jefes de local?
Fue comentario común de los jefes de local que hubo que extremar recursos para facilitar el ingreso y acceso a las mesas receptoras de sufragios en cada local de votación, por lo cual, las personas más jóvenes debieron esperar sus turnos en largas filas.