¿Cuál es el contexto?
La Dirección Meteorológica de Chile advierte que entre este jueves y el domingo 12 de enero se presentará una ola de calor extremo, con temperaturas que pueden llegar hasta los 39°, desde la Región de Coquimbo hasta la de Los Ríos, denominado como una ola de calor para el Maule ante lo cual autoridades de esta región decretaron alerta temprana amarilla por el riesgo de incendios forestales.
¿Cuál es la visión de un médico?
De acuerdo con el doctor Luis Jaime Gaete, director de la Escuela de Medicina de la Universidad Autónoma de Chile, los riesgos a la salud por la alta temperatura se agravan en poblaciones vulnerables como niños, personas mayores, embarazadas y quienes padecen enfermedades crónicas.
¿Cuáles son las principales afectaciones?
Golpe de calor: Aumenta la temperatura corporal de manera peligrosa, lo que puede causar fallo orgánico e incluso ser mortal si no se trata a tiempo. Esto se produce por la exposición prolongada al calor extremo sin hidratación adecuada.
Deshidratación: se provoca por la pérdida excesiva de líquidos por sudoración sin reponerlos adecuadamente. Esto puede causar mareos, debilidad, confusión, calambres e insuficiencia renal en casos graves.
Calambres por calor: se produce por la pérdida de electrolitos durante la sudoración intensa. Aunque no es mortal, los calambres pueden ser dolorosos y afectar la movilidad, lo que podría aumentar el riesgo de otros accidentes.
Agotamiento por calor: es debido a la exposición prolongada al calor sin descanso ni hidratación necesaria, lo que puede causar fatiga extrema, náuseas, dolor de cabeza, incluso puede evolucionar a un golpe de calor si no se atiende.
Quemaduras solares: es uno de los efectos más comunes. La exposición prolongada al sol sin protección puede producir ampollas dolorosas e incrementar el riesgo de cáncer de piel, originar envejecimiento cutáneo prematuro.
Problemas cardiovasculares y respiratorios: El calor extremo aumenta la carga sobre el corazón y los pulmones. Puede desencadenar ataques cardíacos o crisis respiratorias, especialmente en personas con condiciones preexistentes.
Alteraciones del sistema nervioso: las altas temperaturas también pueden afectar la capacidad de regular temperatura corporal, lo cual puede originar confusión, pérdida del conocimiento e incluso coma en casos graves.
Impacto en la salud mental: esta afección es algo menos comentada, pero la exposición al calor es causa de estrés, privación del sueño, irritabilidad, ansiedad y puede afectar el bienestar sicológico general reduciendo la capacidad productiva y la concentración.
¿Cuáles son los consejos prácticos?
Luis Jaime recomienda algunas medidas que reducen significativamente los riesgos asociados a las altas temperaturas y la exposición solar:
- Hidratación adecuada:
- Beber agua con frecuencia, incluso si no se tiene sed.
- Evitar bebidas alcohólicas, con cafeína o azucaradas, ya que favorecen la deshidratación.
- Consumir alimentos con alto contenido de agua como frutas (sandía, melón) y verduras.
- Evitar la exposición solar directa:
- Permanecer en la sombra o en interiores durante las horas de mayor radiación solar (entre las 11:00 y las 17:00).
- Planificar las actividades al aire libre en horarios más frescos, como temprano en la mañana o al final de la tarde.
- Uso de ropa adecuada:
- Vestir ropa ligera, de colores claros y de tejidos transpirables como algodón o lino.
- Utilizar sombreros de ala ancha o gorras para proteger la cabeza y el rostro.
- Usar gafas de sol con protección UV.
- Protección solar:
- Aplicar protector solar con un factor de protección alto (SPF 30 o superior) al menos 30 minutos antes de exponerse al sol.
- Reaplicar cada 2 horas o después de sudar o nadar.
- Usar bálsamo labial con protección solar.
- Mantener los espacios frescos:
- Ventilar adecuadamente los espacios cerrados.
- Utilizar ventiladores o aire acondicionado si es posible.
- Mantener las persianas o cortinas cerradas durante las horas más calurosas.
- Cuidado especial para personas vulnerables:
- Supervisar a niños, personas mayores y personas con enfermedades crónicas, ya que son más propensos a sufrir golpes de calor.
- Evitar dejar a niños, ancianos o mascotas dentro de vehículos estacionados, ya que la temperatura puede aumentar peligrosamente rápido.
- Alimentación ligera:
- Preferir comidas livianas y frescas, evitando platos pesados y calientes.
- Incorporar alimentos ricos en agua y sales minerales.
- Atención a señales de alarma:
- Estar atento a síntomas como mareos, confusión, piel caliente y seca, fatiga extrema o desmayos.
- En caso de golpe de calor, buscar asistencia médica inmediata y trasladar a la persona a un lugar fresco.