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ANTÍDOTO A LA SOLEDAD por Edgardo Fuenzalida

La soledad es una pandemia silenciosa que afecta profundamente a nuestras personas mayores. Más de la mitad de ellas en Chile, vive en riesgo de aislamiento social y una proporción similar sufre soledad no deseada.

Así lo reveló el reciente informe del Observatorio del Envejecimiento UC-Confuturo, que también muestra que un 31% enfrenta ambos fenómenos al mismo tiempo. No se trata de estadísticas frías: se trata de personas reales, muchas veces invisibles, que viven sus últimos años sin vínculos significativos, sin compañía afectiva, sin ser escuchadas.

No es casual que países como el Reino Unido hayan creado un ministerio de la Soledad, reconociendo el problema como una urgencia nacional. En Chile, este debate comienza a tomar fuerza: recientemente se presentó en el Congreso el proyecto de ley conocido como “Hijito Corazón”, que busca proteger a las personas mayores del abandono, garantizar su derecho a estar acompañadas en los hospitales y facilitar el acceso a mecanismos legales, cuando sus derechos se ven vulnerados. Este proyecto es una señal potente de que el país comienza a entender que la soledad también es una forma de violencia.

Pero Chile no necesita esperar nuevas leyes para actuar. Existe un antídoto inmediato, efectivo y profundamente humano: la compañía. Visitar a un adulto mayor del entorno familiar, conversar con un vecino que ha perdido a su pareja o acercarse a los hogares del barrio, son acciones simples que pueden transformar una vida.

La soledad se combate con tiempo, con presencia, con vínculos. Este invierno especialmente crudo nos recuerda que el calor más urgente no es el que viene del gas ni de la electricidad, sino el que se genera entre personas. Si cada uno se detiene un momento a acompañar a quien más lo necesita, Chile puede ser un país menos solo y más humano.

En Fundación Las Rosas lo vivimos cada día, con más de 2.200 personas mayores en situación de vulnerabilidad. Por eso invitamos a toda la sociedad a sumarse con un gesto concreto: compañía, cuidado, o un aporte que ayude a entregar calor humano donde más se necesita. Porque la compañía no solo cambia un día, puede cambiar una vida.

Edgardo Fuenzalida R.

Gerente General

Fundación Las Rosas

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