¿Cuál es el contexto?
Las exportaciones de vino embotellado chileno han experimentado un ascenso en el primer trimestre del año respecto al mismo periodo de 2023.
¿Qué dicen las cifras?
El volumen de envíos creció un 14,3% y el valor aumentó un 7,3%, índices que reflejan una regulación del mercado en el marco de un declive en el consumo a nivel global, segjún el académico de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Luis Felipe Aguilar.
¿Cuál era la situación previa?
“Se trata de una regulación del mercado, puesto que el año pasado la exportación de vino chileno tuvo una importante baja de alrededor del 20% menos, por lo tanto, el alza de este año es volver a una tendencia normal”, explicó el académico del Instituto de Química PUCV y autor del curso “La Química de los Vinos y las Cervezas».
¿A qué se debió?
El profesor señaló que las causantes del declive son diversas. “En general, las exportaciones de vino tienen una tendencia al alza, sin embargo, se estancó durante el periodo de pandemia, por diversas razones sociopolíticas y económicas. Por otro lado, en 2023 hubo una fuerte caída en las exportaciones debido a múltiples factores como una mayor oferta, menor demanda, actividad económica disminuida y conflictos bélicos”, afirmó.
¿Cuál es la visión de los productores?
La asociación de productores Vinos de Chile dio a conocer que en el último tiempo Brasil se ha posicionado como uno de los mayores compradores de vino en el mundo junto a los principales países involucrados en el mercado, como lo son China, Japón, Estados Unidos y Canadá.
¿Qué ocurre en los mercados?
“Brasil creció en el consumo de vino más que el país asiático, lo que dejó a China en segundo lugar. Esto tiene que ver con la demanda de Brasil, que es un país con muchos habitantes y con un grupo social de buen poder adquisitivo. Por otro lado, la cercanía física y comercial de los mercados es un punto a favor para la venta, pues existe una sólida trayectoria de intercambio comercial”, expresó Aguilar.
