¿Cuál es la decisión?
Sin votos disidentes, el Consejo del Banco Central de Chile decidió subir de 7% a 8,25% -es decir, en 125 puntos base- la Tasa de Política Monetaria, a fin de continuar en la meta de controlar la inflación y, además, un día antes que este viernes se anuncie el IPC correspondiente al mes de abril.
¿Cuál era la expectativa y qué significa?
La expectativa de los agentes del mercado financiero es que la tasa se reajustaría en 100 puntos base, por lo cual, la decisión final supera las proyecciones de economistas, quienes también señalan que el IPC acumulado que se anunciará este viernes superará los dos dígitos. En la práctica, esto significa que será más caro y restrictivo el acceso al dinero por parte de empresas y ciudadanos en el sistema bancario, por cuanto estas medidas buscan mitigar lso efectos de los retiros de los fondos de AFP y las transferencias en dinero que se realizaron durante el año 2021.
¿Cuál es el diagnóstico respecto ala inflación como fenómeno mundial?
En su comunicado, el Banco Central destaca que «la inflación mundial ha seguido aumentando y los bancos centrales han intensificado el retiro de los estímulos monetarios. Esto se ha dado en un escenario en que los precios de las materias primas y los alimentos se han mantenido elevados y en que los confinamientos en China han puesto presiones adicionales sobre la recuperación de las cadenas de suministro global. Las perspectivas de crecimiento mundial para este año se han ido ajustando a la baja, acercándose a los valores previstos en el IPoM de marzo. Esto, en medio de una incertidumbre que se mantiene alta a causa de la invasión de Rusia a Ucrania y de señales de preocupación en torno a la actividad en China».
¿Y qué ocurre con el mercado financiero internacional?
«Los movimientos de los mercados financieros globales han estado mayormente determinados por los riesgos asociados a la velocidad con la que los principales bancos centrales retirarían los estímulos monetarios, en particular la Reserva Federal de Estados Unidos. En este contexto, desde la Reunión anterior, las tasas de interés de largo plazo aumentaron en diversas economías, las bolsas descendieron y el dólar se apreció a nivel global, todo esto en un ambiente de mayor volatilidad financiera», añade el ente emisor chileno.
¿Qué ocurre con el sector financiero local?
Al respecto, el Banco Central sostiene que «el mercado financiero nacional fue parcialmente afectado por estos desarrollos. En el último mes, la paridad peso/dólar se depreció de modo importante y las tasas de interés de largo plazo (BTP-10) aumentaron. A su vez, el IPSA disminuyó y el premio por riesgo soberano (CDS) aumentó. En cuanto al crédito, el desempeño de las colocaciones continúa reflejando un dinamismo acotado en las diferentes carteras. Este panorama es coherente con el mayor costo del crédito, condiciones de acceso más restrictivas y una actitud más cauta de los demandantes, como lo recoge la información cualitativa recopilada en el Informe de Percepciones de Negocios de mayo».
¿Cuál es el contexto respecto a la actividad económica?
«En cuanto a la actividad, considerados los Imacec publicados, la actividad habría crecido 7,9% en el primer trimestre de 2022, algo por sobre lo estimado en el IPoM, principalmente por el resultado de marzo. Por el lado de la demanda, los indicadores de corto plazo muestran que el consumo sigue resiliente, mientras que la inversión se debilita. En esta última, si bien las importaciones de capital permanecen elevadas, la mayoría de los indicadores asociados a la construcción han continuado decayendo y la información de los catastros se revisa a la baja para el período 2022-2025. En el mercado laboral, el aumento del empleo se ha ido ralentizando desde fines del año pasado, en un contexto en que distintos indicadores dan cuenta de una
demanda menos dinámica y una oferta que, aunque con alguna mejoría, sigue acotada. Las expectativas de consumidores (IPEC) y empresas (IMCE) han seguido deteriorándose», añade.
¿Y específicamente en cuanto a la inflación?
Al respecto, el comunicado subraya que «la inflación de marzo fue significativamente mayor a lo previsto en el último IPoM, con lo que variación anual del IPC subió a 9,4% —7,6% el IPC subyacente (sin volátiles)—. Resaltó el alza de los precios de los alimentos —subyacentes y volátiles—, de los precios de los combustibles y de algunos ítems puntuales. Las presiones inflacionarias internas se han visto incrementadas por las alzas de los precios internacionales de la energía y los alimentos, la depreciación del tipo de cambio y los sostenidos problemas de suministro global. Las expectativas para la inflación provenientes de las encuestas —EEE y EOF— permanecen por sobre 3% a dos años plazo».
¿Entonces cuál es la conclusión?
«La evolución reciente de la inflación y sus perspectivas de corto plazo se ubican por sobre lo previsto en el IPoM de marzo. Esta situación intensifica los riesgos del escenario inflacionario, por lo que el Consejo ha decidido un aumento de la TPM que la sitúa en torno al borde superior del corredor de tasa del último Informe. Una nueva evaluación de la trayectoria de la política monetaria se realizará en el próximo IPoM», cierra la nota oficial del Banco Central.