La nueva autoridad edilicia destacó que la diversidad de miradas que componen la nueva corporación abre amplias expectativas; asegurando que, desde el complemento técnico, profesional y social, se pensarán de mejor manera las propuestas de ciudad
Trabajadora social, madre de 5 hijos, nacida en el exilio y emprendedora. Ésta es parte de la carta de presentación de Carolina Soto Tapia, quien a partir de mañana sumará un nuevo antecedente a su currículum: se convertirá en concejala de la comuna Talca.
Proveniente de una familia en que la política está impregnada en el ADN -es hija de quien fuera concejal en el período 2004 – 2008, Carlos Soto- la nueva autoridad edilicia se dice chilena y talquina de corazón; aun cuando fue en Madrid, España, donde nació y fue criada en sus primeros cinco años de vida.
Desde su regreso al país, la capital regional fue quien la acogió. Aquí estudió, se desarrolló profesional y laboralmente, y formó su familia. Hoy, a horas de asumir un nuevo desafío, esta militante socialista de 38 años, dialogó con Diario Talca y proyectó lo que se viene en lo personal y en la interna del nuevo Concejo Municipal.
Después de casi dos décadas, los Soto vuelven al municipio. ¿Cómo fue ese proceso?
“Exacto. La verdad es que lo tomo como una responsabilidad mayor, porque yo seguí los pasos de mi padre y siempre he sido muy cercana a él. Claramente veo en su persona un referente, y por eso para mí es un orgullo que un nuevo Soto, y esta vez una mujer, se instale en el Concejo Municipal. A eso debemos agregar que el contexto socio – político está muy complejo e interesante, lo que me abre expectativas y mucha esperanza que lo que se configure de aquí en adelante, será en contribución para humanizar la política comunal (…) Ese componente de la historia familiar, más el del propio trabajo social que he hecho en la comuna, al ser conocedora de la realidad de los barrios, me generan una doble responsabilidad”.
¿Con la política en la sangre…?
“Sin duda, aunque uno también le va poniendo su propio sello. Igualmente es complejo, porque cuando uno entra en política y tiene algún referente en la familia, mucho tienden a comparar y a decir ella es la hija de Carlos Soto (…) En mi anterior candidatura a concejala ya demostré diferencias en la manera de hacer política, porque si bien es mi referente y es muy conocido en la ciudad, dejé de manifiesto cuál era mi sello, y que yo era más que sólo ser la hija de Carlos Soto. Esto es un desafío también porque la comunidad me empezó a ver como la chica joven que ponía temas en la mesa, y desde la mirada de un socialismo democrático cómo buscar las mejores opciones para la ciudad de Talca”.
¿Qué piensa de que hoy las mujeres tengan vuelo propio, identidad y una experiencia para involucrarse en política?
“Exactamente. Yo enfaticé en el período de campaña que estos eran tiempos de mujer, porque tenemos que ser protagonistas de la historia. No queremos que en la política comunal se discutan los temas de mujer sin que seamos nosotras mismas quienes llevemos ese proceso de integración (…) Hoy existen cuatro buenas mujeres instaladas en el Concejo. Todas diversas y con distintas miradas; y no me cabe duda que vamos a poder impulsar una agenda de género real y donde podamos sumar al desarrollo de la comuna a las mujeres, pero de una manera distinta”.
¿Hoy se está al debe en esa materia…?
“Si hay algo que yo le critiqué a esta administración es que las cosas que ha hecho en temas de perspectiva de género, han sido instrumentalizando a la mujer para un efecto electoral (…) Las mujeres no necesitamos sólo que nos lleven a paseos a la playa, nos inviten a comer o que nos hagan talleres de bordados. Las mujeres queremos algo más. Hoy la mujer quiere ser protagonista de los cambios”.
¿Una vez electa los consejos del patriarca no faltaron?
“La verdad es que sí, pero no sólo de parte de mi papá; también de mi familia, amigos, dirigentes locales y compañeros de partido. Lo único que me pidieron es que siga siendo la misma y me mantenga leal a mis convicciones. El mensaje fue claro: trabajar fuerte y mostrar mi sello en este Concejo, porque tienen la plena garantía que, si soy capaz de llevar adelante todo mi trabajo social desarrollado en la comuna a una instancia política, yo podría hacer transformaciones y hacer una contribución positiva”.
¿Y cómo son tus expectativas ante este Concejo con muchos rostros nuevos y con representantes de una amplia diversidad?
“He podido conversar con algunas de las futuras autoridades y estoy muy expectante en que este Concejo va a contribuir en brindar a Talca la pluralidad que Talca requiere (…) Creo que va a estar muy interesante, porque junto con estar representada la diversidad de la ciudadanía, tendremos concejales con distintas formaciones profesionales, quienes desde esa óptica se pondrán al servicio y dar un rostro más técnico al Concejo. En política no sólo se requiere carisma, también es esencial una mirada profesional y técnica; porque ello permitirá pensar de mejor manera las propuestas de ciudad”.
¿Se puede esperar un Concejo Municipal más protagónico?
“Siento que hay una visión en este Concejo de querer hacerlas cosas bien, de transparentar muchas cosas que la gente está demandando y de involucrarse en el proyecto de ciudad. Hay muchos concejales que tienen un trabajo de bases y veo en este Concejo la necesidad de tener un pie en el escritorio y el otro en el territorio. Eso le hará muy bien a Talca”.
¿Qué le ofrece Carolina Soto a la ciudadanía?
“Ofrezco hacer la pega como corresponde. Tendré un rol fiscalizador, pero a eso le sumaré mucha actitud, responsabilidad y cariño a la ciudad (…) Hay temas que debemos enfrentar como es el relacionado al género, participación ciudadana efectiva, salud y educación municipal. Aunque en lo personal, pretendo convertirme en el puente entre el territorio y la institucionalidad (…) Seré de cuestionarme las cosas, pero además de poner lo mejor de mi experiencia personal, mi tecnicismo, mi mirada de la política y un sello personal, para contribuir de mejor manera a la ciudad.