¿Cuál es el contexto?
Con el fin del semestre académico a la vuelta de la esquina, el estrés entre los estudiantes universitarios está tomando protagonismo. La presión para rendir bien en los exámenes finales y la entrega de proyectos, sumada a las obligaciones personales y laborales, son algunos de los factores principales que contribuyen a generar esta reacción fisiológica, emocional, cognitiva y conductual.
¿Qué dice una psicóloga?
Sobre este tema, la psicóloga y profesional psicoeducativa del Centro de Apoyo al Aprendizaje (CAP) de la Universidad Católica del Maule (UCM), Teresa Chávez, explicó que con el aumento de exigencia que conllevan los finales de semestre, los estudiantes experimentan problemas para dormir, intermitencia o ausencia de períodos de descanso, rutina de alimentación irregular o de mala calidad nutricional, lo que genera un daño acumulativo a la salud mental.
¿Qué factores inciden?
A ello se suma la incertidumbre sobre las notas en las asignaturas, lo que genera preguntas como «¿Qué tal voy? ¿Me alcanza para pasar?». La experta aseguró que en estos contextos hay que ser cuidadosos, debido a que esta autoevaluación puede ser beneficiosa cuando se usa para mejorar, o una trampa si se utiliza para menguar las capacidades personales. En este último escenario, existe el riesgo de vivenciar un episodio de estrés.
¿Cuál es la recomendación?
«Para evitar un mayor impacto del estrés en la salud de los estudiantes, se debe prestar atención a la aparición numerosa de sensaciones desagradables y acudir a un profesional si se presentan síntomas como dolores en zonas del cuerpo (cabeza, cuello, espalda, hombros u otra), malestares o dolores estomacales, peso en el pecho, nudo en la garganta, falta de hambre, tensión muscular. En algunas personas, aparecen enfermedades como erupciones en la piel, infecciones, dolencias o problemas intestinales. Así como la falta de concentración, irritabilidad, dificultad para dormir, sensación de culpabilidad o tristeza, llanto, cansancio, alteraciones en el apetito y ansiedad», enfatizó Chávez.
¿Cómo prevenir?
Como medida para prevenir el estrés, Teresa Chávez recomendó fortalecer el autoconocimiento para detectar a tiempo la aparición de «malestares desagradables», informarse sobre el apoyo profesional necesario para crear o mantener pensamientos y acciones que lleven a afrontar el estrés y generar rutinas diarias que contemplen actividades sociales que fortalezcan la autoestima y promuevan el aprendizaje de habilidades».
¿Qué puede hacer el estudiante?
«Se recomienda utilizar calendarios, ya sea en papel o digitales, para registrar las fechas de pruebas, eventos universitarios y personales. Asimismo, es esencial fijar semanalmente ‘tiempos de estudio’ para consolidar los aprendizajes; para ello, sugiero organizar el material que se vaya a estudiar, guiándose por la planificación de la actividad curricular entregada al inicio del semestre, con las temáticas que contempla cada evaluación», explicó.
¿Cuáles con los consejos prácticos?
De igual manera, aconsejó evitar distractores como el celular, mantener horarios regulares para las comidas y el sueño, y dejar de lado frases como ‘el tiempo no me alcanza’ o ‘no puedo con esto’.
¿Qué hacer en el hogar del estudiante?
Para finalizar, Chávez expresó que es importante contar con un espacio físico cómodo para estudiar, que tenga buena iluminación. Además, se debe elegir una técnica de estudio que se ajuste a las habilidades cognitivas de cada estudiante y que, a su vez, se adapte al tipo de evaluación.