30.3 C
Talca
InicioOpiniónDAVID, LOS DERECHOS HUMANOS Y GOLIAT por Juan Carlos Pérez de La...

DAVID, LOS DERECHOS HUMANOS Y GOLIAT por Juan Carlos Pérez de La Maza

Durante la semana que se inicia, el Presidente Boric, acompañado de una delegación de autoridades y empresarios, efectuará una visita a China con el propósito de participar en el Tercer Foro de Cooperación Internacional de la Franja y la Ruta. Esta iniciativa de Beijing, destinada a desarrollar el comercio y expandir la influencia de China en Asia, África y América Latina, ha sido ampliamente favorecida por aquel país, no sin reticencias de ciertos sectores de la opinión pública internacional, que ven con preocupación esa expansión, más que comercial, geopolítica. Por tal motivo, conviene mirar con cierta detención las consecuencias que podrían desprenderse de la visita presidencial chilena.

La relación chileno-china es una cuestión compleja. No sólo por tratarse de la vinculación de un país de pocos habitantes, muchos recursos y escaso tamaño económico a escala mundial, con otro que es un gigante en esos y cualquier otro parámetro que se quiera estudiar. También lo es porque la naciente nueva bipolaridad mundial, china-norteamericana, hará necesario, más temprano que tarde, que los países pequeños como el nuestro se alineen con una de aquellas potencias. Y esa decisión, como todas, tendrá costos más allá del ámbito económico.

Por de pronto, el gigantesco país asiático no sólo se ha transformado en nuestro principal socio comercial. Además, y crecientemente, la presencia china en la tecnología y el desarrollo científico es ostensible, generando niveles de dependencia que debieran ser analizados. Baste señalar que, en la medida que nuestra exportación de productos primarios (cobre, litio, fruta, pesca, madera, etc.) dependa de la decisión de compra centralizada del mercado chino, la soberanía económica de Chile está, a lo menos, atenuada. Similar situación se observa en el campo tecnológico, en el que la penetración del país asiático en nuestro país es impresionante (maquinaria agrícola, industrial, transporte, comunicaciones, etc.) lo cual, también, genera esa creciente dependencia que señalo. Así, podríamos resumir la situación señalando una obviedad: Chile necesita que China compre nuestras materias primas y nos venda su tecnología, mientras que ellos no requieren con la misma intensidad de nuestros productos ni nuestros dólares.

Pero a la situación anterior, por demás preocupante, agregamos hoy otro elemento. El Presidente Boric, con un extraño criterio de selección, ha decidido hacer de los derechos humanos en China uno de sus objetivos de crítica. Al respecto, uno podría decir que es elogiable la defensa de los derechos humanos que emprende el Mandatario. Siempre que la hiciera con coherencia y consecuencia. Sin omisiones. Sin olvidar la situación de esos derechos en Cuba, Venezuela y otros. Pero, el objetivo presidencial es China. ¿Conviene emprender tal cruzada? Criticar la sistemática violación de los derechos humanos que comete el gobierno comunista chino, sea en libertades ciudadanas, derechos religiosos, o persecución a minoría étnicas, como probablemente hará nuestro Mandatario (a juzgar por los antecedentes de que se dispone) en algún momento de su visita, sólo tendrá un objetivo testimonial. El tamaño relativo de nuestro país en el contexto mundial y la fuerza de nuestra economía, considerando lo dicho más arriba, sólo permite dejar inscrito el punto. Nadie podría pensar que, tras esas posibles declaraciones del mandatario chileno, algo de aquella situación vaya a cambiar. Por eso, insisto en la pregunta ¿conviene hacerlo? Si consideramos los intereses económicos de nuestro país, las dificultades profundas que enfrentamos y el potencial de desarrollo comercial casi infinito (para nuestras capacidades), no convendría irritar o enturbiar dicha relación. Más aún si asumimos que, en la práctica, esta crítica no tendrá efecto práctico alguno. Pero, desde una perspectiva ética, de principios inquebrantables y de defensa invariable de los derechos humanos, se podría responder que sí. Que es necesario dejar el testimonio de que los derechos humanos se defienden siempre y en todo lugar (con los notorios olvidos u omisiones que ha cometido el Presidente).

Por todo lo anterior, la semana que se inicia permitirá saber si la crítica proveniente de un país pequeño y modesto hace mella en la coraza de un gigante rico y poderoso. Y, además, sabremos si el Presidente se atreve a criticar a China, y no sólo a Nicaragua. ¿Y Cuba?

Juan Carlos Pérez de La Maza

Licenciado en Historia

Egresado de Derecho

Mantente Informado
17,772FansMe gusta
8,002SeguidoresSeguir
2,501SeguidoresSeguir
1,130SuscriptoresSuscribirte
Noticias Relacionadas