Recorría yo las calles de la ciudad, esquivando ambulantes con verduras, trajes de huaso y anticuchos, volando de retail en retail, buscando encontrar la demostración material de mi profundo aprecio por don Este que nuevamente cumple años.
Y dado que ya tiene demasiados calcetines, el celular “escuchó” que le gusta el café y misteriosamente llevo más de una semana llena de anuncios de cafeteras, decidí, “de manera libre, autónoma y no coaccionada” demostrarle mi aprecio con la única cafetera que no tenemos; la Nespresso de George Clooney.
Así que; medio desconcentrada, medio aburrida, medio aturdida de tanto acento nuevo que se escucha por las calles de mi ciudad, buscaba en una gran tienda lo que quería encontrar cuando detrás de un pilar, me asalta una señora: sonriente, amable y comunicativa que me dice:
«Hola, que estás buscando»
Convencida de que se trataba de una encantadora vendedora de esas que se ven cada vez menos, le digo que la Nespresso blablablá.
Mmmm me dice: «es muy buena, ¿pero sabes que es mejor? (me pregunta).
Yo esperando una súper mega hiper cafetera o que el mismo Clooney me la llevara a la casa, le respondo entusiasmada: “Sorpréndame”
Hasta brillo en sus ojos había cuando parte con “la buena nueva del señor en su segunda venida a la tierra”, y continúa con: ¿Sabías que el regreso de nuestro señor ya se produjo por segunda vez como proclaman las escrituras?
Y puede ser que yo buscara una cafetera, tuviera poco tiempo y me dolieran los pies de tanto caminar el centro con tacos, pero tengo que reconocer el profundo respeto que me produce todo aquel que habla «desde el gozo en el alma», el que canta con más personalidad que talento la buena nueva en las esquinas, el que va de puerta en puerta con su Atalaya, el que recorre las calles con camisa blanca y bicicleta y todo aquel que siente más valor en su propuesta que pudor en el rechazo sostenido a sus palabras, así que ni caso: me quedé escuchándola…
Me habló de su Iglesia “Restauracionista” y cómo aspiran al regreso de una “Iglesia Apostólica Primitiva”. Me habló de la primera venida, los apóstoles, la segunda venida, la iglesia de la Madre Dios, las escrituras, el fin de los tiempos, la ubicación de su iglesia en 8 Oriente… todo bien.
Hasta que resulta que «nuestro señor», o sea el de ella, vino a la tierra en Korea, en Korea del Sur, la misma de Parásitos. Porque resulta que su Dios no es mi Dios, su Dios es un caballero de carne, hueso y “ojitos chinos” que tienen menos años que Don Este.
Creo que eso me hizo clic… Me recordó que necesitaba una Nespresso y me llevó lejos lejos de su Madre Dios…
Mire que Usted podrá creer en lo que crea, y si quiere Aprueba para Rechazar o Rechaza para Aprobar y hoy hace como que ganó, aunque perdió, pero yo, respetuosamente; paso.