¿Qué ocurrió?
Un total de seis días le llevó a CONAF y a distintas instituciones, como ONEMI y Bomberos, junto a empresas privadas, controlar el último incendio forestal que quedaba activo en la región del Maule sobre un total de nueve surgidos a partir del lunes 31 de octubre pasado, en un contexto de altas temperaturas y fuertes vientos, provocando caídas de árboles sobre los tendidos eléctricos.
¿Cómo fue la evolución?
Así surgió el incendio forestal denominado como Agua Fría que terminó por destruir un total de 3.600 hectáreas de vegetación, afectando territorios de tres comunas, esto es, Molina, Río Claro y Pelarco. Por ello, fue necesario concentrar allí toda la capacidad operativa aérea y terrestre de CONAF, ONEMI, Bomberos y empresas forestales, mientras en paralelo se combatía otros incendios de menor envergadura, pero igual preocupación.
¿Qué dijeron desde CONAF Maule?
Aliro Gascón, director regional de CONAF Maule, anunció que el incendio fue controlado en su totalidad a las seis de la tarde de este domingo 6 de noviembre, por lo cual, pasa ahora a fase de liquidación. «Fue un incendio bastante adverso, en un principio, debido a las condiciones climáticas adversas, con altas temperaturas y baja humead relativa», afirmó. A la vez, destacó el aporte de brigadas de CONAF que llegaron desde otras regiones del país, destacando que «el daño pudo ser mucho más grande, pero eso se evitó gracias a esta respuesta coordinada».
¿Qué medidas adoptó ONEMI Maule?
Tras confirmar esta información, ONEMI Maule levantó la alerta roja por incendio forestal que estaba vigente desde hace seis días en Molina y Río Claro, cambiando la condición a alerta amarilla para ambas comunas. A su vez, se confirmó que apoyará el monitoreo de la fase de liquidación del incendio, mientras se preparan los recursos para responder en forma adecuada en caso de surgir una nueva emergencia.