Desde 1993, cada 3 de mayo se celebra el Día Mundial de la Libertad de Prensa, proclamado por las Naciones Unidas. Es un día para evaluar la situación de la libertad de prensa en el mundo, que tiene como principio básico: el derecho de todos los medios de comunicación de investigar e informar sin que atenten contra su independencia, ni se les imponga alguna limitación, censura, hostigamiento o acoso.
Las rápidas transformaciones políticas, tecnológicas y económicas ocurridas en los últimos años han suscitado nuevos problemas para la libertad de los medios de comunicación. El auge de nuevas formas de populismo político, así como de políticas que se consideran autoritarias, constituyen acontecimientos importantes en este sentido. Las nuevas tecnologías han traído muchos beneficios como el permitir que la información llegue en forma más oportuna y a un mayor número de personas. Estas sí tienen riesgos, como los de un mayor acceso e intrusión en la vida privada, una intensificación de la vigilancia sin consentimiento, la proliferación de las fake news, que a veces actúan facilitando la rápida propagación del discurso del odio.
A nivel global los medios de prensa, en sus diversas plataformas, están enfrentando escenarios complejos y estos aparecen aún más complejos en América latina. La última reunión de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), realizada en abril de 2022, concluyó que la violencia creciente contra los periodistas es el principal desafío de la prensa libre en las Américas.
Cabe destacar que la SIP es una organización sin fines de lucro dedicada a la defensa y promoción de la libertad de prensa y de expresión en las Américas. En su informe señala que en varios países la prensa independiente ha sufrido persecución, opresión y censura generalizada, atrocidades derivadas del secuestro de los poderes públicos y de la demolición de las estructuras de la sociedad civil, personas e instituciones.
Otro aspecto importante que se debatió en la SIP es la urgencia de asegurar la sostenibilidad de la prensa. La crisis económica de los medios se profundizó porque las plataformas digitales absorben un altísimo porcentaje de la publicidad digital. Por ello, se requiere recibir, sin mayor dilación, una justa compensación de parte de las grandes plataformas digitales por el uso lucrativo que estas realizan de los contenidos que generan los medios de prensa.
La sustentabilidad de los medios nacionales también se está viendo afectada por la “receptación” de diversas reparticiones públicas y privadas de información que compran a empresas de Clipping, que utilizan gratuitamente los contenidos de los medios.
Si bien Chile aun destaca en América Latina en cuanto al respeto libertad de prensa, hemos visto en los últimos años agresiones físicas a periodistas y en el último tiempo algunas agresiones verbales o descalificaciones que deben ser descartadas de plano por las autoridades y por la sociedad, ya que solo erosionan nuestra democracia. Este último tipo de acciones, aunque se hagan sin intención premeditada, solo logran amenazar la capacidad de los profesionales de los medios para informar al público.
Cada gobierno entrante, como lo está haciendo el actual gobierno del Presidente Gabriel Boric, estructura sus formas de comunicación. Estos diseños buscan coordinar las comunicaciones entre las reparticiones públicas, como también las formas en las que se comunican con la ciudadanía. Estos diseños nunca pueden afectar las libertades fundamentales, entre ellas la libertad de expresión y la libertad de prensa. También deben ser cuidadosos en utilizar como canal prioritario de comunicación y de retroalimentación las redes sociales, ya que esto puede alejarlos muchas veces de los buenos objetivos propuestos, porque existen en ellas el llamado “filtrado”, donde se generar “burbujas” en que las personas no acceden a la verdad completa y se producen debates compartimentados donde se restringen los diferentes puntos de vista, distorsionando así la realidad.
Uno de los mayores avances de Chile, en materia de libertad de prensa, fue la Ley de Transparencia, que funciona como buena herramienta. Cualquier estructura que nos respete lo anterior afectará la buena y oportuna información que los ciudadanos requieren y eso puede afectar el funcionamiento de una buena democracia.
Es muy importante que los profesionales de los medios puedan desarrollar su labor con responsabilidad y sin limitaciones. También es fundamental que las más altas autoridades del Ejecutivo asuman públicamente un compromiso con la prensa libre y con los profesionales que en ella trabajan. Esto permitiría que Chile pueda reforzar su democracia y pueda demostrar, no sólo en la región sino en el mundo entero, que nuestro país cuida la libertad de prensa.
Juan Jaime Díaz
Presidente Asociación Nacional de la Prensa (ANP)
(FUENTE: El Tipógrafo)