4.4 C
Talca
InicioOpiniónEL SENTIDO DE EDUCAR PARA EL TRABAJO: MÁS ALLÁ DE LO FUNCIONAL...

EL SENTIDO DE EDUCAR PARA EL TRABAJO: MÁS ALLÁ DE LO FUNCIONAL por Sergio Morales

Vivimos tiempos acelerados. Hoy, la educación técnica superior se topa con retos que trascienden lo meramente operativo. Dentro de una realidad laboral en constante cambio y de vertiginosas transformaciones tecnológicas, se persiste en reducir la formación técnico-profesional a una mera respuesta funcional frente a las demandas del mercado. No obstante, esa mirada, a pesar de ser entendible, resulta insuficiente.

Por décadas, la educación técnica superior ha sido valorada por su capacidad para formar empleados eficaces, competentes en lo práctico y preparados para integrarse con rapidez al ámbito productivo. Sin duda, esa lógica ha tenido méritos y justificaciones. No obstante, si se continúa formando únicamente para cubrir necesidades inmediatas, se estará desatendiendo un aspecto crucial: que cada estudiante es un individuo con sueños, preocupaciones, dignidad y capacidad de transformación.

La finalidad de formar para el trabajo no puede restringirse a la formación de “recursos humanos”. Esa frase, tan frecuentemente empleada, revela una mirada instrumental que desvanece lo más preciado: la humanidad de aquellos que aprenden. El auténtico reto de la educación técnica superior radica en formar individuos íntegros. No basta con entregar habilidades técnicas o procedimentales. Lo que se necesita es cultivar ciudadanos conscientes, capaces de pensar de manera crítica, con habilidades para liderar, innovar y contribuir desde su profesión a una sociedad más equitativa y desarrollada.

En este contexto, es esencial educar para la vida. Cada alumno simboliza una oportunidad de transformación, un poder creativo capaz de impactar de manera positiva en su comunidad. Como instituciones de formación técnica profesional, nuestro deber no solo es responder al mercado, sino también contribuir al bienestar colectivo. Y eso requiere una visión más profunda, una educación centrada en la persona, en su desarrollo ético, social y emocional.

Formar técnicos es, finalmente, preparar individuos que no se limiten a repetir procedimientos, sino que imaginen nuevas soluciones; que no solo se apeguen a reglas, sino que propongan rutas. El mundo laboral requiere más que trabajadores: necesita pensamiento, conciencia y humanidad.

Si aspiramos a una sociedad más justa, solidaria y sustentable, no es suficiente con formar trabajadores funcionales. Es necesario educar ciudadanos con convicciones. Y para ello, necesitamos superar lo meramente funcional y otorgarle a la educación técnica superior el sentido humano profundo que nunca debió desvanecerse.

Sergio Morales Díaz

Rector CFT San Agustín

Mantente Informado
18,812FansMe gusta
8,566SeguidoresSeguir
2,501SeguidoresSeguir
1,130SuscriptoresSuscribirte
Noticias Relacionadas