ENTRE DESASTRES, es el período (cada vez más corto) en que algunos como yo podemos aportar al debate público sobre lo “acontecido” que nos tiene la naturaleza, a pesar de que no deberíamos sorprendernos, ya que los especialistas hace mucho tiempo que nos vienen advirtiendo lo que seguirá ocurriendo en el planeta con las amenazas relacionadas al clima, las cuales serán más frecuente y cada vez más destructivas, esto es un hecho.
La última semana de agosto, el Presidente nos sorprendió con la declaración de; «Nos falta mejorar en infraestructura de embalses, canales, riego y puentes” a propósito de las últimas inundaciones, la respuesta es sí, tiene toda la razón el Presidente, pero ¿qué pasará cuando el foco del problema sean las remociones en masa?, ¿o los incendios forestales?, ¿o el derretimiento de los glaciares?, o una variada gama de amenazas ligadas al clima, o mejor dicho, al cambio climático. ¿No sería mejor ver la globalidad del problema y priorizar las evidentes vulnerabilidades territoriales que tiene el país las cuales serán fuertemente afectadas por lo que está ocurriendo en el planeta con el clima?
¿Cómo se hace eso?, en principio empleando las actuales Institucionalidades de manera integrada referidas a la Ley 21.364 SINAPRED/SENAPRED, la Ley 21.455 Cambio Climático, la Estrategia de Desarrollo Regional y el PLADECO, integrando además un sinnúmero de leyes y decretos que tiene relación con estas dos leyes que sería los pilares de mirar el problema bajo el contexto de una gobernanza integrada. Los riesgos son sistémicos y cuando queremos gestionarlos se debe tener en cuenta que ante riesgos sistémicos la gobernanza no debiera ser fragmentada como ocurre hoy.
La ley 21.364 dispone entre otros una serie de estructuras e instrumentos de coordinación y gestión respectivamente, para planificar, dirigir, supervisar y controlar la generación de capacidades en los distintos niveles político-administrativos, a través de los planes de Reducción del Riesgo de manera que permitan la disminución de vulnerabilidades territoriales en etapas preventiva, así mismo dispone la elaboración de planes de Respuesta en los mismos niveles indicados, para enfrentar los desastres, los cuales, de no poner énfasis en la etapa preventiva no serán capaces de responder de manera efectiva ya que serán inútiles ante riesgos no mitigados.
Por otra parte, la Ley 21. 455, también dispone entre otros una serie de instrumentos de gestión, como son los planes de Acción Climática Regionales y comunales relativos a la mitigación y la adaptación al cambio climático. Esto último se encuentra 100% ligado a los planes de reducción del Riesgo de Desastres y seguro que, ante amenazas relacionadas con el clima, las vulnerabilidades territoriales a disminuir serán las mismas.
La Estrategia de Desarrollo Regional es el Instrumento entregado a los Gobernadores para desarrollar el territorio que tiene bajo su control administrativo, lo mismo ocurre con el PLADECO en el nivel comunal, ambos son obligatorios para ambas autoridades para lo cual disponen de una cantidad de recursos en algunos casos no despreciables. Además, los documentos claves para desarrollar los territorios están relacionados con los Instrumentos de Planificación Territorial, los cuales por disposición de la Ley 21.364 son vinculantes a los Mapas de Amenaza elaborados por los Organismos de Monitoreo de estos eventos.
Hacia el nivel nacional nos vamos a encontrar con las políticas asociadas a las respectivas leyes y los correspondientes planes estratégicos nacionales dispuestos en cada normativa. Así mismo, en este nivel se deberán elaborar los planes sectoriales (sector energía, minería, educación, obras públicas, salud etc.) que den cuenta de la mitigación preparación y respuesta que cada sector debe realizar. Cada uno de estos planes deberá contar con el financiamiento que se requiera para la generación de capacidades y especialmente de la acción de cada sector en la disminución de las vulnerabilidades territoriales.
O sea, de acuerdo con lo anterior, pareciera que tenemos los elementos necesarios para cooperar con el tratamiento de un planeta enfermo, pero se requiere una mirada integral de la enfermedad y aplicar una solución holística mediante una gobernanza integrada. Es tal el tamaño del problema, que requiere un esfuerzo y mirada de ESTADO, ya que esto sobrepasa con creces varios períodos de gobierno. ¿Por qué podemos proyectar obras a 10 o mas años como las líneas del Metro y no hacer lo mismo con obras de mitigación apuntados a que los desastres que vengan sean mas atenuados?, parece lógico, ¿no?
Los desastres no distinguen ideología ni credos, este no es un problema más, este es El Problema más complejo que la humanidad deberá enfrentar por causa de la propia humanidad desde que vivimos en esta casa, y a diferencia de otros procesos de cambio en el planeta, hoy si podemos mitigar los efectos de nuestros propios errores, pero requiere una mirada distinta para gestionar las soluciones a lo que se avecina, integrar gobernanza implica definir estrategias compartidas, integrar recursos y comprender que con la configuración del actual Estado, será muy difícil una solución estructurada y sistémica.
No hay nada más urgente e importante hoy, no se me ocurre algo más importante y urgente que asegurar la sobrevivencia de los habitantes del país y ayudar a enfrentar la debacle planetaria que está provocando el cambio climático lo cual será lamentablemente, cada día peor.
Rodrigo Ortiz J.
Ex Subdirector de Gestión del Riesgo
ONEMI y SENAPRED