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Entrevista: “El conflicto de las Falkland–Malvinas fue una maniobra frustrada de atacar a Chile”

Exhaustiva investigación del abogado y escritor Julio Abasolo Aravena, “Falkland Malvinas 1982”, profundiza en el conflicto bélico que sostuvieron Argentina y Gran Bretaña en 1982. Guerra que pudo tener efectos insospechados para Chile (por Mario Rodríguez Órdenes)

Julio Abasolo Aravena, nacido en Talca, es escritor y abogado, titulado en la Universidad de Chile.

La reciente tensión diplomática entre Chile y Argentina, debido a la instalación en territorio chileno de unos paneles solares, ya es un tema superado. En todo caso, el tema dejó en claro que el tema limítrofe es muy sensible y debemos cuidarlo entre todos. No debemos olvidar jamás que la paz es vital para la región.

Por eso es relevante la valiosa publicación de Falkland / Malvinas 1982” (Editorial IUS Civile, 2020) del abogado y escritor Julio Abasolo Aravena, que profundiza en el conflicto entre Argentina y Gran Bretaña en 1982. Una confrontación que dejó lecciones que se deben tener presente para asegurar la paz.

Julio Abasolo Aravena nació en Talca. Es escritor y abogado, titulado en la Universidad de Chile. En el año 1990, es nombrado Conservador de Bienes, Minas y Comercio en Diego de Almagro, para culminar en el año 2000 como notario en la ciudad de Antofagasta, donde reside actualmente.

Julio, ¿cómo surge la escritura de “Falkland Malvinas 1982”?

Surge la idea cuando el suscrito estudiaba el curso superior de la ANEPE (Academia Nacional del Estudios Políticos y Estratégicos) en el año 1988. Anteriormente cursé el Básico de dicha Academia en el año 1982 (año de la guerra de las Falkland) graduado con excelencia académica, lo que definitivamente definió mi deseo de visitar las islas y luego escribir el libro”.

Aunque tiene formación en humanidades, no es un historiador. ¿Cómo fue el trabajo con las fuentes?

Soy un estudioso de los temas geopolíticos de los vecinos de Chile. Dispongo de una buena ‘biblioteca militar’ que permanentemente la actualizo y enriquezco con libros y revistas europeas, argentinas y chilenas, y, desde luego el uso de internet a mi alcance”.

Usted estuvo en las islas Falkland Malvinas. ¿Cómo fue esa experiencia?

Experiencia enriquecedora de las 25 calles que componen la capital Port Stanley, pueblo que, sometido a elecciones para conocer la voluntad de los residentes para depender de Inglaterra o Argentina, se volcó mayoritariamente por Inglaterra más del 98%. Definitivamente se sienten históricamente más europeos que americanos”.

Luego del conflicto, ¿qué diferencias quedaron pendientes entre Argentina e Inglaterra?

Las mismas diferencias de siempre. La guerra de 74 días de las Falklands Malvinas quedó en estatu quo, una vez finalizado el conflicto, lamentando las innumerables pérdidas humanas que solo obedeció a un exabrupto emocional de la Junta militar de Galthieri y la tentativa de invadir las islas, una maniobra política para desviar la compleja situación social de Argentina, bajo el pretexto que Inglaterra no reaccionaría por el poco valor estratégico de las islas, la distancia de los beligerantes y el costo que significaba para la Corona Británica. Craso error. Por último, Gran Bretaña fue tajante: Las Falklands son y serán de Gran Bretaña y no hay nada pendiente que dirimir”.

¿Cómo se están manejando estas diferencias?

Las diferencias solo se están manejando a nivel periodístico sensacionalista argentino y la casi nula respuesta británica que da por superado toda negociación de la que Argentina hizo gala y caso omiso durante el conflicto. A nivel diplomático hay reclamos de Argentina y el deseo estéril de recuperar la pérdida en el conflicto de 1982. Inglaterra da por superada toda tentativa de desconocer su derecho sobre las islas”.

Julio, usted nace en Talca, ¿qué recuerdos tiene?

“Mis mejores recuerdos de infancia. Mi primer año básico en el liceo de Hombres de Talca Abate Molina (considerado como el único sabio Jesuita que ha tenido Chile), nacido en San Clemente. Luego cursé de 2º a 4º año en el colegio San Miguel Arcángel de Talca, de las Hermanas Sánchez, donde aprendí muchísimo en conocimientos y valores axiológicos que han sido la piedra angular de mi trayectoria social y profesional que agradezco hasta el día de hoy. Tuve excelentes amigos y compañeros de curso que, a no dudar, deben ser muy buenos profesionales: Nelson Tarud, Carmen Cubillos (muy estudiosa), Richard Assadi, Patricio Abraham Tarud, Carlos Cornejo y otros que no recuerdo”.

Su padre, Julio Abasolo Aldea, fue un destacado hombre público. ¿Qué recuerdos tiene de las tertulias que se organizaban en su casa?

Extraordinarios. Mi padre Julio Abasolo Aldea, fundador y creador de la Radio Lautaro CC68, era descendiente de Mariano Abasolo, mexicano que junto a Hidalgo y Allende fueron los precursores de la Independencia de México. Abasolo murió preso por los españoles en Cádiz, España. Pero también era descendiente del Sargento Aldea que saltó junto a Prat aquel glorioso 21 de mayo, que recuerda la historia. La actual 3º Compañía de Bomberos de Santiago lleva el nombre de ‘Claro y Abasolo’, ubicada en Vicuña Mackenna con Diagonal Paraguay. El suscrito fue voluntario en 1978. Un dato: cuando me recibí de abogado en la Universidad de Chile de Santiago, el título me lo entregó públicamente un talquino, sí, el presidente de la Excelentísima Corte Suprema don Rafael Retamal López, quien me expresó saludos y felicitaciones a mi padre Julio Abasolo Aldea. Además, mi padre escribió su primer libro solo a los 18 años, ‘El fantasma del Congreso’, muy discutido entre sus pares”.

Julio, ¿qué antecedentes existen de que la invasión de las islas Falkland Malvinas tenía el propósito posterior de Argentina de atacar a Chile y obtener salida al Pacífico?

Lo dijo enfáticamente Galtieri, que la ‘Invasión de las Malvinas era solo el primer paso para continuar con todas las islas irredentas que son argentinas, islas Picton, Lenox y Nueva (que su majestad británica declaró insolublemente chilenas).

Además, la propia Constitución Política Argentina (en mi poder) declara irreversible el deseo argentino de salir al Pacífico lo que conllevaría conflictos con los vecinos (Chile) como son las islas mencionadas y la Antártica chilena. La multitud argentina clamaba en las afueras de la Casa Rosada en que Galthieri daba a conocer la invasión de Argentina: ‘Ero, ero, ero, ahora les toca a los chilenos’. Periodistas argentinos titulaban en periódicos de mayor circulación: ‘Ahora Argentina va por el mundial de Beagle (Picton, Lenox, Nueva)’.

El incidente del islote Snipe (isla del sur del Canal Beagle) de 1958 fue una clara intención de medir la reacción y voluntad política de Chile frente a Argentina, para continuar con las islas Picton, Lenox y Nueva y salir al Pacífico. Estas son señales claras de Argentina de salir al Pacífico a costa de Chile”.

¿Qué señales le dejó a Chile el conflicto entre Argentina y Gran Bretaña?

Los errores fueron varios, primero Argentina tenía muy avanzada las tratativas ante los organismos internacionales, OEA, ONU, TIAR para adjudicarse el reconocimiento de las islas que se consideraban usurpadas por el colonialismo inglés. Además, Gran Bretaña invitó varias veces al cese de las hostilidades para evitar inútil derramamiento de sangre que la junta militar desestimó, no obstante la resolución de las Naciones Unidas para el cese inmediato de las hostilidades (Resolución 502).

El alto mando militar de argentino subestimó la playa de San Carlos como posible cabecera de playa (operación Sutton), para un desembarco como efectivamente ocurrió. Además, Argentina no extendió la pista aérea de Puerto Argentino, para los bombardeos SkyHawque debían abastecerse en el continente, lo que menoscababa significativamente su radio de acción, siendo presa fácil de la ‘bestia negra’ como llamaban a los Sea Harrier ingleses de despegue vertical”.

¿Qué señales le dejó a Chile el conflicto entre Argentina y Gran Bretaña?

“La señal potente que dejó el conflicto es clara y contundente. El General Osiris Villegas dijo: ‘Las Malvinas y el Beagle (Picton, Lenox y Nueva) son dos pasos de un mismo conflicto’. Leopoldo F. Galtieri fue enfático: ‘Las Malvinas solo son el primer paso, Argentina comienza a recuperar las islas irredentes que le pertenecen’.  Recuérdese que Argentina declaró ‘insanablemente nulo’ el juicio arbitral de su Majestad el 2 de mayo de 1977 que zanjó toda duda al respecto en que las islas Picton, Lenox y Nueva son chilenas”.

Al respecto Abasolo precisa: “De ninguna manera pretendo juzgar con sindéresis lo militarmente ocurrido en el Atlántico Sur, solo dar una pincelada del conflicto… Eso sí, argumentar lo suficiente como para demostrar que el conflicto de las Falkland – Malvinas fue una maniobra frustrada de atacar a Chile, porque Argentina no dudaba de que Gran Bretaña no reaccionaría como lo hizo, dejando el campo libre para accionar contra Chile”.

¿Comparte que, de haberse producido un conflicto bélico entre Chile y Argentina, habría sido una gran tragedia para ambos pueblos?

“Sin duda que toda guerra es una pérdida por ambas partes (…) Es claro que de haberse producido un conflicto y fracasada una guerra relámpago, un conflicto de desgaste entre Chile y Argentina habría sido de muy larga duración con la consiguiente pérdida de vidas humanas y materiales para ambos países y que no solucionaría en el tiempo la situación limítrofe que nos compromete hasta el día de hoy”.

Julio, por último, ¿cómo afianzar las relaciones entre Chile y Argentina?

“Con el respeto irrestricto a los Tratados Internacionales entre ambos países. La tradición de respeto a los convenios y Tratados Internacionales de Chile, constituye un referente inequívoco que la historia geopolítica nacional puede acreditar. Así las convenciones, protocolos, pactos, declaraciones y cualquiera sea su denominación, son acuerdos entre sujetos de derecho de gentes destinados a producir derechos y obligaciones para las partes. Chile históricamente lo ha cumplido. Argentina como contraparte, tiene la palabra”.

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