En el centenario del nacimiento de José Donoso (Santiago 1924 – 1996) aparece “José Donoso / Carlos Fuentes / correspondencia” (Alfaguara, 2024) de los editores Cecilia García Huidobro y Augusto Wong Campos, que permite profundizar en la vida y obra de dos de los más relevantes escritores del denominado “Boom” (Mario Rodríguez Órdenes)
Este libro, cuidadosamente editado por Cecilia García Huidobro y Augusto Wong Campos, constituye una mirada a las brillantes mentes de ambos autores y refleja sus vidas dedicadas a la escritura.
A través de sus cartas, podemos sumergirnos en un diálogo que da cuenta de la profundidad de su amistad y de la riqueza de sus reflexiones literarias y personales. Las respuestas fueron respondidas por escrito y manifiestan el pensamiento compartido por los editores.
Las primeras publicaciones de José Donoso fueron relatos, hasta que en 1957 apareció su primera novela, “Coronación”, amplio fresco de la sociedad de Santiago. Se le considera, junto a Enrique Lafourcade, el más destacado miembro de la generación de los 50’ chilena, caracterizada por una común intención de denunciar, a través de la ficción novelesca, la decadencia de las clases aristocráticas.
En 1966 publicó “El lugar sin límites” y en 1970 se consolidó como escritor experimental e innovador con “El obsceno pájaro de la noche”, su novela más celebrada por la crítica.
Carlos Fuentes, nació en ciudad de Panamá en 1928. Fue un connotado intelectual y uno de los principales exponentes de la narrativa mexicana, cuya vasta obra incluye novela, cuento, teatro y ensayo. Murió en la ciudad de México en el año 2012.
José Donoso y Carlos Fuentes fueron grandes amigos. En una de las cartas Carlos Fuentes le escribe a José Donoso: “No necesito decirte a cada rato que considero nuestra amistad como una de las relaciones más valiosas de mi vida”.
La correspondencia entre José Donoso y Carlos Fuentes ofrece una ventana única hacía la intimidad y el pensamiento de dos de los más grandes autores de la narrativa latinoamericana. ¿Qué alcances tiene?
“Este libro Correspondencia y las 119 cartas que reúne permite mirar por el cerrojo de la cerradura a estos dos grandes de la literatura latinoamericana, José Donoso y Carlos Fuentes, para escucharlos conversar con una franqueza que solo la intimidad permite. Ambos se muestran aquí como grandes polemistas y, con sus características distintas e incluso opuestas, de modo que el atractivo de esta Correspondencia está garantizado. Sufren y ríen mientras en el proceso escriben clásicos de la literatura latinoamericana. El escritor Antonio Díaz Oliva acaba de decir que Donoso a veces podía ser un mejor personaje que sus propios personajes. Lo mismo puede decirse de Fuentes”.
Fueron largas décadas de correspondencia: 1962 – 1995. ¿Qué aspectos poco conocidos puede revelar la publicación del denominado “Boom” latinoamericano?
“Lo primero es poder presenciar en tiempo real cómo se fue gestando el Boom paulatinamente en la medida que quienes empezaban a escribir en esos años se fueron leyendo, compartiendo lecturas, polemizando sobre el acontecer en nuestro continente. Las cartas son un reflejo inmejorable de ese proceso de gestación como se pudo ver en el libro ‘Las cartas del Boom’ y ahora en ‘Correspondencia’.
En sus cartas, que narran la historia interpersonal del Boom, Donoso parece descubrirlo de la mano de Fuentes, quien no deja de tener en cuenta a autores de la región y de la lengua española entera. Las cartas son la historia del ascenso literario de ambos pero también narran la batalla cotidiana por mantenerse en la cumbre y no en el marco de sus países sino de la cultura occidental, pues son frecuentes las menciones a la recepción que tenían sus libros en Europa como en Estados Unidos. El libro Correspondencia cuenta además con una Cronología muy interesante porque señala los hitos más relevantes en la vida de cada uno referidas a su relación, cuando Fuentes estuvo en Chile o Donoso en México, donde se encontraron en otras partes del mundo, etcétera”.
¿Cómo fue la selección del material?
“El criterio no podía ser sino de ambición totalizante: incluir todas las cartas que hubieran sobrevivido de sus intercambios. Por supuesto, siempre es deseable que en el futuro aparezcan cartas extraviadas o traspapeladas”.
Entiendo que Carlos Fuentes dejaba copia de su correspondencia. De la que enviaba y de la que recibía. ¿Cómo se rescató la correspondencia de Donoso?
“Ambos tuvieron gran conciencia de lo que era un archivo y en la generación del Boom hay pocos ejemplos de esto. Fuentes depositó el suyo en Princeton siguiendo el ejemplo pionero de Donoso, como se cuenta en una de las cartas. Donoso no hacía copia de sus cartas como Fuentes, pero guardó cuantas recibió de este y gracias a ello el ida y vuelta de sus comunicaciones se ha preservado en un volumen probablemente inigualable respecto a cualquier otro novelista de esa época”.
Fuentes fue figura indiscutida del Boom. ¿Qué rol le asignan a Donoso?
“En retrospectiva, es evidente que Donoso es también una figura indiscutible de la novela del Boom. En los años 60 era difícil verlo dado que su primera novela totalizante, ‘El obsceno pájaro de la noche’, se publicó al terminar esa década —y el clímax del Boom puede fecharse en 1967 con ‘Cien años de soledad’—, pero antes de esa novela de Donoso hubo otras tres que tenían prestigio entre conocedores y colegas como Fuentes y Vargas Llosa. Otro elemento en contra de su mejor difusión como figura literaria en su momento fue su negativa a ser un intelectual político participando en actos públicos o firmando manifiestos”.
¿Cómo surge esa amistad?
“Habían coincidido en el colegio The Grange de Santiago como adolescentes, pero su amistad empieza en el Encuentro de Escritores realizado en Concepción en 1962. En este evento, Fuentes fue protagonista y Donoso un invitado, pero Fuentes estaba sumamente interesado en conocer la obra del chileno. Al leerla, Fuentes la comparó con la de Thomas Mann y movió cielo y tierra para que ‘Coronación’ se tradujera al inglés”.
Pero eran muy distintos: Carlos tan mundano y José tan retraído…
“Eran de personalidad distinta y aun opuesta, pero había una simpatía profunda entre ellos, sumada a su pasión compartida por la literatura. Como autores y lectores tenían grandes intereses comunes que se detallan en sus cartas. Hay tantos elogios como críticas destempladas a clásicos como ‘Coronación’ y ‘La muerte de Artemio Cruz’. También mucha complicidad. Donoso en ‘El jardín de al lado’ crea la figura de un escritor ecuatoriano del Boom muy exitoso, Marcelo Chiriboga, el que cobra vida propia a pesar de ser un personaje inventado y rápidamente Carlos Fuentes lo incorpora en una novela suya”.
Pilar Donoso, esposa de José, reconoce que Carlos Fuentes le dio en la literatura el respaldo más fuerte: el que quiebra barreras. ¿En qué consistió este respaldo?
“Carlos Fuentes fue el primer contacto de Donoso con el mundo literario fuera de Chile. El mexicano lo recomendó con su agente literario en Nueva York y con muchos contactos más a lo largo de los años, sobre todo en la década de 1960”.
La correspondencia refleja una gran sinceridad. Como, por ejemplo, los padecimientos de salud de José Donoso…
“Sí, pero no deberían tomarse con dramatismo todos esos episodios. Es importante señalar que Fuentes, como otros amigos de Donoso, sabía que este era también hipocondriaco. No por nada Fuentes bromeaba que al morir Donoso su epitafio diría ‘¿No que no, cabrones?’”.
¿Qué claves para comprender la escritura de ‘El Obsceno pájaro de la noche’ se entregan en la correspondencia?
“Buena parte de los años de escritura de ‘El obsceno pájaro’ aparecen en Correspondencia, desde la idea original, sus modificaciones, sus avances y retrocesos, hasta su recepción. Donoso confía en Fuentes sus expectativas y desilusiones respecto a esa novela desde 1962 hasta su publicación y más allá”.
Claramente es una obra que impactó a Carlos Fuentes…
“El libro Correspondencia tiene un valioso anexo que incluye los textos publicados que cada uno escribió sobre el otro. Fuentes escribió en privado y en público sobre la novela, pero hay que admitir que nunca se detuvo en libros concretos de Donoso del modo en que este se detuvo en los libros de Fuentes, por ejemplo. Sin embargo, desde su aparición, quedó claro que ‘El obsceno pájaro’ era hasta entonces la novela más importante de Donoso, y Fuentes llegó a homenajearla junto a otras novelas del Boom con un guiño en ‘Terra nostra’, donde el Mudito aparece en un momento acompañado del Zavalita de Vargas Llosa, el Coronel Aureliano Buendía de García Márquez y el Horacio Oliveira de Cortázar”.
Concluyen los editores: “Al editar esta correspondencia nos ha animado el interés por enriquecer la estela que la obra y biografía de estos dos autores han dejado en la cultura latinoamericana. Y, muy especialmente, resignificar el género epistolar como ha empezado a ocurrir en los últimos años en nuestro continente, con una nueva mirada y una significativa valoración de los géneros autorreferenciales, los archivos y de la memoria que, por siglos, había tendido a ser barrida bajo la alfombra. Desde esta perspectiva, las cartas se tornan engranajes claves para nuevas lecturas”.