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ENTREVISTA: “Nuestra existencia está siempre condicionada por la fragilidad”

Con “En el óvalo de luz”, Claudio Suárez se muestra como un sólido cuentista. “Me refugié en la literatura, y descubrí que esto era lo que quería hacer en la siguiente etapa de mi existencia, cambiar la vida del médico por la del escritor”, precisa el autor (por Mario Rodríguez Órdenes)

Claudio Suárez Cruzat es médico cirujano, apasionado de los libros, los viajes, el campo y los caballos.

Darle un vuelco radical a la vida es difícil. Supone navegar en aguas turbulentas. Lo retrata lucidamente el escritor Somerset Maugham (1874 – 1965) en “La Luna y seis peniques”, biografía novelada del pintor Paul Gauguin que, desencantado de la civilización, se instala a vivir a una de las islas de los mares del sur: Tahití. ¿Acaso la fragilidad e incertidumbre de la vida nos arroja a buscar otros mundos?

Es el paso que dio Claudio Suárez, que acaba de publicar “En el óvalo de luz” (Simplemente Editores, 2022) un conjunto de sólidos cuentos que, según la escritora Montserrat Martorell, permite observar “tramas complejas que se defienden a través de una escritura llana y cuentos que se esbozan con solidez narrativa y una profunda observación de las emociones de los personajes”.

Las diez narraciones que componen el libro, nos hablan de la realidad cotidiana, las relaciones amorosas, la pasión convertida en rotundo fracaso, la burocracia del sistema, todo ambientado en distintos lugares del mundo. “En el óvalo de luz” circulará en la 37 Feria Internacional del Libro de Guadalajara que se realizará entre el 25 de noviembre y 3 de diciembre próximo. Posteriormente se efectuará un lanzamiento en Ciudad de México.

 Claudio Suárez Cruzat (Santiago, 1958) es médico cirujano. Hombre de ciencias y letras, apasionado de los libros, los viajes, el campo, los caballos. Promisorio escritor emergente ha asistido a talleres de connotados autores como Cristián Warnken y Nicolás Cruz Valdivieso. Durante la pandemia tomó talleres con Mariana Enríquez, Natalia Berbelagua, María José Viera Gallo y Montserrat Martorell. Actualmente cursa el magister en escritura creativa de la Universidad Adolfo Ibáñez. Fue distinguido con una mención en el concurso Fernando Santiván 2021, por el cuento “La Diosa de Ébano”.

Con certeza el escritor Nicolás Cruz Valdivieso al referirse a estos cuentos ha señalado: “A través de los cuentos que componen el libro ‘En el óvalo de luz’, Claudio Suárez nos lleva a navegar por las aguas turbulentas de la naturaleza

humana de claroscuro que habita en cada uno de nosotros y el tiempo que habitamos. Con su pluma quirúrgica, el escritor nos sumerge en un viaje desde la luz hacia la oscuridad, donde los personajes avanzan movidos por fuerzas superiores a su propia voluntad, hacia un horizonte cargado de nubes, bajo la amenaza inminente de la tormenta y el naufragio”.

Claudio, tras una larga trayectoria como médico, ¿qué lo hizo vincularse tan profundamente con la literatura?

“Creo que depende de una mezcla de situaciones. Primero de haber tenido una vida de lector insaciable, desarrollada desde la infancia por mis padres, lo que yo intenté transmitir a mis hijos también y luego a mis nietos.  Luego la posibilidad de tener una visión del mundo real a través del ejercicio de la medicina, donde el médico es una especie de confesor y conoce no sólo la cara amable y pública de sus pacientes, sino también sus lados B y C, lo que ocultan a los demás tras la máscara que se ponen cada día al levantarse. Todo esto enriquecido por los viajes, los amores, mi intensa vida personal. Todas estas situaciones se conjugaron y me empujaron a profundizar el nexo con la literatura y terminar dedicándome exclusivamente a escribir”.

¿Lo alejó de la medicina?

“Es probable, aunque creo que eso fue multifactorial. Mi gran pasión por la medicina se extinguió en forma lenta y gradual con el paso del tiempo. Después de casi cuarenta años de trabajo duro, expuesto permanentemente al dolor de mis pacientes y a la muerte, llegó el momento de alejarme. Es algo que siempre pensé. Y eso dejó un espacio creciente para ser ocupado por esta nueva pasión que emergía con fuerza desde mi interior, la escritura”.

¿Por qué se inclinó al género cuento?

“Me gusta su velocidad, también sus reglas, de conflicto, giro y final por nocaut como dice Cortázar. La posibilidad o necesidad de ‘unidad de efecto’ que indica Poe también influyeron en ello. Pero le aclaro que también escribo más largo, tengo dos novelas en proceso, una policial que espero concluir y publicar el 2024 en que todas las protagonistas son mujeres; y otra que trata del edadismo, de como un hombre mayor percibe que la sociedad y las personas que lo rodean lo van postergando, rechazando, porque envejeció, y de cómo intenta rebelarse. Además, estoy terminando mi próximo libro de cuentos”.

Clásicos del género como Jorge Luis Borges y Chejov, ¿qué significaron? 

“Lecturas fundamentales, reiteradas en más de una oportunidad. Ambos significaron mucho para mí, junto con Cortázar, en mi preferencia inicial por escribir cuentos”.

Tuvo un taller con una especialista en el género cuentos, Mariana Enríquez. ¿Que aprendió de ella?

“Intento entender y aprender su magnífica forma de relacionarse con el horror, de conducirnos en el límite en sus cuentos, de mantener la tensión del relato en forma permanente. No siempre lo logro, su maestría es superior”.

Trabaja intensamente sus escritos, incluso los discute con otro escritor. ¿Cómo es ese proceso?

“Lo primero que tengo que confesar es que guardo una colección de escenas, en mi cabeza y en una base de datos. Son escenas brotadas de lo que vivo, veo, leo, sueño, escucho, de lo que la gente me regala sin saber cuando me cuenta una historia, una anécdota, algo que vio o vivió. Desde esa escena que me impresionó y guardé en algún lugar construyo una historia, agregando otras escenas hacia adelante y hacia atrás y cuando ya tengo la historia armada la paso al papel. Entonces comienzan las correcciones y el trabajo de edición, que va mutando la forma del relato escrito inicial, a veces transformándolo mucho y a veces solo haciendo retoques leves. Me puede tomar semanas, incluso meses, dar por terminado un cuento”.

Claudio, “En el óvalo de luz”, su primer libro de cuentos, reúne relatos escritos entre 2018 y 2021. ¿Cómo fue el proceso de armar este libro?

“Seleccioné los que me parecían mejor de los más de cincuenta relatos que había escrito durante ese período y luego agregamos y comparamos con los que le parecían mejores a mi editor y corrector. Cruzamos los listados, algunos cuentos estaban en ambos, y así resultó la selección publicada en el libro”.

Con los años sus relatos quizás sean conocidos como representativos de los escritores de la pandemia. ¿Qué le significó esta tragedia en su vida?

“Fue muy importante, perdí amigos y colegas antes de la aparición de la vacuna, inicialmente seguí trabajando, pero pronto mandaron para la casa a los médicos mayores. Durante el encierro pandémico leí, escribí y tomé cursos de escritura por montones, se podría decir que me refugié en la literatura, y decidí o descubrí que esto era lo que quería hacer en la siguiente etapa de mi existencia, cambiar la vida del médico por la del escritor”.

¿Y qué implicó escribir en cuarentena?

“La escritura fue un refugio durante ese período, además me aportó innumerables insumos para mis historias. Muchos hechos aislados que vi o escuché fueron las escenas iniciales de cuentos, algunos de ellos ya publicados, otros esperando un próximo libro. La experiencia única, inimaginable, del encierro pandémico, asociada a la inmediatez de la información, a las nuevas formas de comunicación y al teletrabajo, todos aparecidas tras la consolidación de la conexión instantánea a distancia, fueron determinantes para mi escritura”.

En algunos de los cuentos, como “El Mar de Andamán” se aprecia la fragilidad de la vida. ¿Estamos condenados a esa condición?

“Creo que sí, que estamos condenados y eso marca mi obra entera. La fragilidad, de la vida, de la cordura, del amor, de la salud. Mis años de cirujano de cáncer de pulmón me enseñaron que nuestra existencia está siempre condicionada por ella. El ser humano vive una existencia amenazada permanentemente por su fragilidad multidimensional”.

Claudio, sé que está escribiendo un nuevo libro de cuentos. ¿Qué nos puede adelantar y cuándo piensa publicarlo?

“Mi próximo libro tiene ocho cuentos. El territorio narrativo de ellos es la masculinidad en los tiempos actuales, sus protagonistas son varones. Nuevas y antiguas miradas sobre la masculinidad se presentarán en estos textos. Intentaré que las diferentes masculinidades, desde el hombre moderno al macho tóxico, del heteronormado al disidente, del aliado feminista al macho frágil y peligroso, se vean retratadas. El gran tema que une estos relatos es el enfrentamiento del hombre de hoy con la sociedad machista, el patriarcado y el feminismo, buscando su espacio en la igualdad y el respeto. Pienso publicarlo a fines de año”.

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