Talquina de corazón, la escritora Ana Parada recorre el mundo con sus libros. Desde hace años vive en Perth con su familia y acaba de participar en la Feria Internacional del Libro de Frankfurt. De paso en Chile, nos comenta de su trabajo literario y cómo ve el mundo (por Mario Rodríguez Órdenes. Fotografía: David Almazan)
Ana Parada Casanova (Talca, 1963) manifestó en la adolescencia su pasión por las letras. En 1976 obtuvo el Primer lugar en un concurso literario organizado por Correos y Telégrafos de Chile. Fue el inicio de una carrera literaria fecunda. Entre sus libros destacamos “Me enamoré de un Casanova” (2013), “Amor dulce amargo” (2014), “Un viaje de alma” (2019) y más recientemente “Una madre de fe”.
«Mi vida entera ha sido un gran viaje», nos señaló recientemente Ana Parada Casanova, durante una larga conversación con Diario Talca. Nuevamente se encuentra en Chile. “Siempre volver a Chile es inyectarme del amor de los míos. Con ello se lo digo todo”, confidencia.
Anita, Chile vive un proceso profundo de cambios. ¿Cuál es su mirada de este proceso?
“Todo cambio trae consigo costos y oportunidades, renovarnos es sano, así que soy optimista con ello. Creo que Chile tiene por delante grandes desafíos sociales y espero prime el diálogo y se restauren las confianzas”.
Uno de los problemas fundamentales de Chile es la gran desigualdad. ¿Qué experiencias conoce que permitan encararla con efectividad?
“La desigualdad es un tema muy complejo y afecta a la convivencia social, pero es una realidad que no solo afecta a Chile, sino a toda nuestra querida América Latina, a gran parte de Europa, Asia, etcétera. Creo que hay mucha confusión con respecto al tema, siento que a veces se confunde justicia con igualdad, justicia es dar a cada uno lo suyo y propender a que exista acceso a las mismas oportunidades, y eso creo que depende gran parte de una mejora educacional en todos los niveles. Pero igualdad significa que tengan todos lo mismo y eso es imposible, todos tenemos distintas habilidades y talentos.
De modo que propender a una sociedad más justa tiene más sentido que a una sociedad más igualitaria. La igualdad tiende a nivelar hacia abajo, la justicia tiende a buscar herramientas que permitan que las personas se desarrollen con libertad en una sociedad y a su vez sean resguardadas por el Estado, entonces el rol del Estado debería ser proveedor de medidas de seguridad social y fiscalizador de la libre competencia económica, pero cuidado, porque cuando el Estado toma un rol activo en la economía tiende a dañarla más que a mejorarla.
Quizás sonará impopular mi respuesta, pero creo que son las empresas quienes abren las puertas de la economía y el Estado debe resguardar la libre competencia, el justo y correcto pago de impuestos y que estos sean suficientes para mejorar las injusticias del país. Básicamente el Estado debe desarrollar un sistema que configure, salud de calidad, educación de calidad y pensiones suficientes y dignas, esos tres elementos se financian con los impuestos y las correctas políticas públicas. Australia tiene mucha manufacturación, poca deuda externa, altos impuestos que se ven reflejados en que hay un sistema de salud de calidad que funciona, se invierte mucho en educación de calidad, en investigación y se promueven mucho las carreras técnicas y el trabajo en equipo”.
¿Cómo es observado el proceso chileno por países tan lejanos como Australia?
“La verdad que en Australia cuando fue el estallido social se preguntaban, pero ¿qué pasó?, y después siento que solo nos preocupa a los chilenos que vivimos allá”.
Anita, actualmente usted vive en Perth. ¿Cómo mantiene en ese mundo la esencia de lo que es?
“Perth o cualquier lugar del mundo en donde yo pudiera vivir creo que no mataría mi esencia, yo me nutro de lo bueno que tiene cada lugar y lo demás lo esquivo. Perth es una ciudad moderna, pequeña, limpia y segura, la calidad de vida es muy buena. Lo más difícil de vivir tan lejos es no estar físicamente cerca para aquellos seres que amo y que siento que me necesitan, como mi madre anciana.
Nunca pensé que la vejez y el párkinson serían tan duros con ella, por lo que trato de viajar a Chile lo más seguido que puedo. Antes ella viajaba todos los años a verme y yo venía mucho, pero la pandemia fue algo muy duro, que afectó mucho su salud. Principalmente ella es el motivo de mi visita y de paso celebrar mi cumpleaños acompañada de mis seres queridos, familia y amigos de toda la vida”.
¿Le hace falta el idioma español?
“Oh sí, amo mi idioma y me es mucho más fácil expresarme en español, pero soy autovalente con el inglés”.
Su hija Constanza también es artista, ¿qué nos puede contar de su carrera?
“¿Como poder resumirle acerca de ella? Es una cantautora muy talentosa, ella comenzó muy joven en Chile, a los 15 años sacó su primer EP y luego a los 16 años debutó con la banda Six Pack en el Festival de Viña del Mar y eso la llevó a ser la antagonista de la serie Karku en el canal nacional de TV que también fue trasmitida por Nickelodeon.
Después de terminar el colegio y de una extensa audición entró a la prestigiosa universidad de WAAPA en Australia y al graduarse ganó el concurso de cantautores John Lennon lo que la motivó a mudarse a Los Ángeles, California, y desde entonces no ha dejado de componer como artista independiente. Este año sacó un disco maravilloso y vive entre Estados Unidos y Escocia. Le cantó al príncipe Carlos hoy rey de Inglaterra. Creo que debería entrevistarla, porque yo podría seguir y seguir hablando. Estoy muy orgullosa de Constanza, porque ama la música y no la fama, es un ser humano extraordinario, movida por el amor al prójimo y las causas sociales”.
¿Considera la posibilidad de radicarse nuevamente en Chile, específicamente en Talca?
“Aunque amo Talca, lo dudo, pero sí me gustaría regresar a Chile”.
¿Cuándo regresa a Perth?
“Regresaré a mediados de marzo, no pudimos evitar que mi madre fuera trasladada a una casa de reposo, ya no me reconoce, pero yo sí a ella y la visito todos los días, y algunos varias veces al día y procuro dejarla durmiendo cada día, por eso este es un viaje largo”.
En el año que pronto termina estuvo en la Feria Internacional del libro de Frankfurt. ¿Cómo fue la experiencia?
“Maravillosa, siempre fue un sueño para mi estar allí con alguno de mis libros y pude vivir esa experiencia, además ganar el primer lugar en un concurso literario con un cuento corto fue algo supremo”.
¿Cómo calificaría la presencia chilena en la Feria?
“Chile tuvo una gran oportunidad de ser el invitado de honor y por razones de coordinación interna que no tengo claras se perdió la oportunidad, pero Pro Chile, tenía un stand muy bello, pude conocer al gerente de Pro Chile Germán Vergara quien fue muy amable al invitarme a la inauguración donde pude conocer a la embajadora y cónsul de Chile en Alemania y a algunos escritores chilenos que presentaron sus libros allí, en lo que aprecié las obras estaban muy ligadas a la conmemoración de los 50 años desde el golpe de Estado. Yo estaba en otro stand, espero que el próximo año mi obra pueda estar debidamente representada en el stand chileno”.
¿Pudo mostrar algunos de sus libros?
“Sí, tuve el privilegio de estar presentando mi novela Una Madre de Fe en el stand latinoamericano. Este relato es una conmovedora historia, basada en hechos reales que nos revela el drama de una madre que vie en Perth, con las fronteras cerradas por el COVID – 19”.
¿Cómo fue recibido “Una Madre de fe”, en Estados Unidos?
“Tuvo muy buena acogida, estoy en conversaciones con varias editoriales y será lo que tenga que ser, porque esta novela es la única que he lanzado de manera independiente y ha tenido una recepción que me tiene muy contenta”.
Estando en Frankfurt ¿tuvo la ocasión de conversar la posibilidad de la traducción de alguna de sus obras?
“Sí, ese es un tema muy complejo, sobre todo la traducción de novelas que es mi caso, aún no he podido tener una buena traducción, pero no pierdo la esperanza de que en el año 2024 tenga una buena traducción de alguna de mis novelas”.
¿Qué escritores destacaría en la narrativa chilena reciente?
“Alia Trabuco Zerán, su última novela ‘Limpia’ goza de gran éxito. La tengo en mi lista para comenzar el 2024”.
¿Qué planes propondría para estimular la escritura de escritores en el Maule?
“Modificar el programa educativo a la más temprana edad, desde kínder, motivar las visitas a las bibliotecas, facilitar el acceso a talleres literarios”.
Anita, ¿qué peligros acechan al libro en papel?
“Aunque lo digital cada día gana más terreno, y no me sorprendería que con inteligencia artificial surjan nuevas obras, soy optimista y creo que el libro de papel no puede morir”.
¿Qué encuentros tuvo en Frankfurt con otros escritores?
“Conocí gente muy interesante, con algunos sigo en contacto, hubo otros decepcionantes, pero siempre cada encuentro trae crecimiento”.
¿Qué proyectos literarios está trabajando?
“Estoy trabajando en una novela corta, que quería tener terminada para finalizar este año, pero no siempre todo se da de acuerdo con nuestros planes. Es el relato de un rescate marítimo que presencié en Indonesia”.
Además de escritora, usted es embajadora de la paz. ¿Cómo ha sido la experiencia?
“Creo que es un regalo del cielo, ha sido un año de grandes desafíos, aprendiendo a dar más de mí, cada día veo más oportunidades de servir y hoy más que nunca siento necesario seguir promoviendo la paz”.
Pero es algo lejano en el mundo de hoy…
“Siempre la paz ha sido esquiva a causa de la mezquindad humana, pero no debemos rendirnos y seguir promoviéndola, persiguiéndola desde donde quiera que estemos”.
Uno ve lo que pasa en Israel, en Gaza, en Ucrania… ¿Qué hace que los hombres se conviertan en verdugos implacables de otros?
“Los intereses mezquinos, el individualismo, la intolerancia de saber escuchar al otro, para que haya una guerra tiene que haber dos partes o más”.
¿Tiene confianza en que vendrán tiempos mejores?
“Por supuesto, si se pierde la confianza, ¿qué nos queda?”