¿Cuál es el contexto?
A nivel mundial las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte y Chile no es la excepción con cerca de 30 mil defunciones anuales a causa de estas.
¿Qué va a ocurrir con la población chilena?
En este contexto, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) se proyecta que para 2025 un tercio de la población nacional serán adultos mayores, por lo que cobra mayor relevancia preguntarse cómo cuidar la salud de este grupo y tener un envejecimiento saludable.
¿Qué rol puede jugar el pescado como alimento saludable?
Aquí, el pescado se alza como un alimento con gran valor debido a su alto aporte de proteínas, vitaminas, minerales y grasas saludables, propiedades que lo transforman en irremplazable dentro de la dieta de las personas mayores.
¿Cuáles son las propiedades más relevantes del jurel?
Específicamente el jurel aporta ácidos grasos poliinsaturados Omega 3, lo que potencia su capacidad cardioprotectora.
¿Qué comentó una nutricionista?
“Los nutrientes EPA y DHA inhiben la respuesta inflamatoria de marcadores relacionados con el corazón, mejoran el perfil de grasas en la sangre y ayuda a estabilizar glicemias”, comenta Trinidad Forteza, nutricionista colaboradora de la marca San José.
¿Cuál podría ser el beneficio directo?
De acuerdo con un estudio sobre la salud y el envejecimiento en Chicago, Estados Unidos, incluir en la dieta pescados altos en Omega 3 una o más veces a la semana reduce el deterioro cognitivo entre un 10 % y un 30%.
¿Qué aspecto subrayó la especialista?
“El DHA y EPA son componentes de las membranas neuronales en el cerebro teniendo un papel importante a lo largo de toda la vida, pero que su concentración va disminuyendo con el paso de los años. El consumo de alimentos altos en Omega 3 ayuda a prevenir el deterioro cognitivo debido a efectos antiinflamatorios, antioxidantes y efectos que disminuyen la neurodegeneración”.
¿Cuál es su impacto en la movilidad?
Además, el pescado azul, como el jurel, es una excelente fuente de proteínas, lo que ayuda a mantener la masa muscular, condición habitual con la que conviven las personas de tercera edad. Lo que también afecta la salud ósea que impacta en la densidad y debilidad en los huesos.
