Durante estos días la región superó los 2 mil fallecidos contagiados por Covid. ¿Cuál es el perfil de las personas que están actualmente internadas en UCI producto de contagios de Ómicron?
“Tenemos un espectro amplio de personas que están hoy día en UCI, pero la característica que las conecta o que es común es que son personas que no cuentan con su esquema de vacunación completo, aunque igual tenemos un grupo de adultos mayores, pero lo común es la falta del esquema de vacunación completo”.
¿Existen diferencias y cuáles son en relación a las personas que murieron en la era pre vacunas del Covid con las primeras variantes?
“Lo primero, es que la letalidad durante la pre vacuna era todavía más alta, la esperanza de vida de las personas al contagiarse era mucho más alta en la época de pre vacuna. Ahora pese a que tenemos un alto número de personas contagiadas, diariamente fallecen menos por Covid, esa es una diferencia importante, ya que hoy día sabemos que las vacunas sirven y protegen contra el Covid, de manera que no me dé un cuadro tan severo como para acudir a un hospital. Puede haber casos que igualmente suceda, pero la probabilidad es mucho menor”.
Entre las variantes brasileña, Delta y Ómicron que se masificaron en Chile ¿existen diferencias en cuanto al impacto en la salud como para que las víctimas fatales tengan perfiles distintos?
“El perfil era un tanto distinto en el sentido de que las diferencias de las variantes eran la contagiosidad, es decir, a cuantas personas podía contagiar un caso positivo. Lo otro que se ha observado es que hoy día tenemos un alto porcentaje de la población vacunada, por lo cual, a pesar de tener números altos que equivalen casi al triple de lo que fue la antigua ola, es muy diferente con la variante Ómicron. Los perfiles son de personas relativamente jóvenes que no se han vacunado, mientras que los adultos mayores que tienen su esquema de vacunación están protegidos, pero la edad y otras enfermedades pueden complicar la situación”.
¿Qué ocurrió durante el verano en cuanto a la pandemia? ¿Las cifras qué demuestran? ¿Hubo un alza o bien se está por controlar la pandemia?
“Hay que pensar que, durante el receso de verano, hubo un alto número de casos positivos, porque la variante Ómicron se transformó en la dominante y presente en nuestro país, cuya característica es que es mucho más contagiosa. Si comparamos vemos que Alpha que contagiaba a dos personas en promedio, mientras que Delta contagiaba a cuatro, pero Ómicron contagia a 15, entonces, eso explica los números que vemos hoy día. Estas cifras confirman que la variante Ómicron es más contagiosa, junto con una fatiga pandémica notable y una percepción de riesgo que es mucho menor, donde las políticas públicas del país han ido evolucionando a elementos mucho más permisivos, lo cual es parte de esta nueva normalidad que observamos, con estas variantes y la revolución de estas medidas, ya que es muy probable que esto -en el corto y mediano plazo- se vuelva endémico”.
La región tiene menos de la mitad de sus comunas en fase 2 y los casos parecen ahora frenarse relativamente. ¿Amerita volver a cuarentena o con las medidas actuales son suficientes?
“Esto de ameritar o no ameritar volver a cuarentena hay que analizarlo desde distintas perspectivas. Culturalmente hoy día yo creo que implementar una cuarentena como las conocíamos -donde se restringía el movimiento libre de las personas- es algo muy complejo de llevar a cabo, porque las personas hoy en día no tienen la percepción de riesgo que se tenía antes, por lo tanto, hace inviable volver a cuarentena, aunque sería una medida que podría frenar por un tiempo los casos. Pero esa medida hoy no funcionaría por diversos motivos, como el económico y la necesidad de las personas de salir a trabajar, donde aparecen los determinantes sociales de la salud. Más todavía si podemos tomar otras medidas, como cambiar los aforos, fiscalizar y educar sobre cómo seguir avanzando en este control de la pandemia”.
¿El mensaje en torno a la vacunación ha sido eficiente de parte de las autoridades sanitarias?
“Creo que sí. Debemos analizar que nuestro país tiene más del 90% de personas que están con su esquema de primera y segunda dosis completo. Además, la tercera dosis se comenzó a exigir desde principios de este año y se bloqueaba el pase a las personas que no habían cumplido. Y eso también fue un elemento que hizo que las personas obligadamente tuviesen que acceder a esta vacuna. Creo que siempre se pueden mejorar las formas, porque tenemos un número importante de personas que no están vacunadas y hay que llegar a esas personas de alguna forma, quizás aplicando algunas estrategias de ir a terreno que hoy existen, pero quizás hay que ir más allá en el despliegue territorial. Hablo de la flexibilidad horaria en cuanto a lo laboral y la comunicación de riesgo, ya que todavía hay mucha gente que tiene miedo de vacunarse y ahí le educación se vuelve algo muy importante. Eso falta mejorar a las autoridades sanitarias”.
¿Cómo visualiza el impacto de la vuelta a clases presenciales en la educación?
“Para que sea exitoso obviamente hay que capacitar y educar a las distintas personas y estamentos, para que se puedan tomar las acciones adecuadas para poder seguir con la presencialidad sin que una persona positiva genere un brote tan importante dentro de esa comunidad, como para que se tenga que volver a la no presencialidad”.
¿Qué deberían hacer distinto las nuevas autoridades de salud? ¿Si fuera usted el ministro o ministra qué medidas adoptaría de tipo inmediatas?
“Hay que seguir priorizando elementos esenciales y que son la columna vertebral en el control de la pandemia. La vacunación es muy importante, pero la vacunación por sí sola no va a tener un efecto tan importante si no se acompaña de otras medidas. Hemos visto que el uso de la mascarilla es bueno, pero también hay que evitar las aglomeraciones, hay que tener protocolos en los que todos sepamos qué debemos hacer y cuando hacer estas acciones.
Hay un montón de cosas para hacer y evaluar si uno fuese ministro, en diferentes áreas, ya que hay que analizar que todos estos fenómenos determinantes de la salud, desde lo social, económico, sanitario, cultural e idiosincrasia de cada territorio, juega un rol importante, por lo que hay que hacer políticas públicas que sean adaptadas a ese grupo de personas, para que tengan una mayor eficacia y efectividad