¿Cuál es el contexto?
El sistema frontal acaecido el pasado fin de semana dejó profundos estragos en la zona central de Chile. Entre las regiones Metropolitana y del Biobío, se precipitaron alrededor de 500 a 600 milímetros de agua lluvia en la cordillera y la precordillera, mientras que en el valle se registraron entre 150 y 200 milímetros.
¿Qué dijo un experto universitario?
Así lo informó el académico y agroclimatólogo de la Universidad de Talca, Patricio González Colville, al entregar un balance pluviométrico del fenómeno que fue ocasionado por un “río atmosférico”, evento natural que se trata de un túnel alargado de nubes que contienen vapor de agua y que generan lluvias más cálidas e intensas.
¿Cuál es el balance?
“En cuanto al balance pluviométrico, podemos decir que aún se mantiene un déficit cercano al 50% en Santiago, un 50% en Talca y un 30 a 35% en el caso de Chillán y Biobío. Hacia el sur el déficit llega a más del 25%, por lo cual aún se mantiene una falta de agua importante en el Valle”, sostuvo.
¿Qué ocurre con la precipitación de nieve?
«Si bien los embalses se vieron favorecidos, una importante cantidad de agua se tuvo que botar al mar para evitar algún tipo de catástrofe y al final es agua que se pierde. Estos son los efectos más profundos y extremos del cambio climático: megasequías y lluvias extremas que obviamente contribuyen a generar daños más que beneficios”, subrayó.
¿Qué ocurre con el impacto sobre el riego agrícola?
“Esto pone en riesgo la capacidad de la gestión hídrica para la próxima temporada. La agricultura y los asentamientos humanos demostraron la alta vulnerabilidad del país frente al cambio climático y sobre todo la exposición al riesgo frente a la persistencia de los extremos meteorológicos”.
¿Cómo se desencadenó el río atmosférico?
“Este río atmosférico cálido se unió a un sistema frontal y precipitó fundamentalmente desde los 3500 metros de altura hacia abajo. Y al ser cálido derritió la poca nieve que había y ocasionó aluviones y alza de los ríos, fundamentalmente en el Maule y Biobío, que ha sido la región más golpeada”, planteó.
¿Se puede repetir este fenómeno?
“Los ríos atmosféricos se presentan entre cuatro o cinco veces durante el invierno. Algunos son más intensos, otros menos. Obviamente que éste fue bastante intenso y duró casi 3 días continuos, por lo cual no debemos descartar que en julio y en agosto pueda presentarse otro evento de este tipo que pueda impactar aleatoriamente entre las regiones de Coquimbo y Biobío, o impactar en la cordillera de la Región Metropolitana”, señaló.
¿Qué hacer en adelante?
“El cambio climático ha estado generando estas situaciones y se ayuda bastante con estos ríos atmosféricos, porque estamos en un evento de «El Niño», donde el mar está más cálido de lo normal. El Océano Pacífico ha subido su temperatura anormalmente. Hoy está cerca de 20 grados centígrados cuando debería estar en 19 grados. Esta alza ha potenciado estos ríos atmosféricos que nos seguirán impactando de forma aleatoria, incluso hasta la primavera”, añadió González.