En Argentina, en la Ciudad de Buenos Aires, en Flores, en calle Páez, hay una plaza de los periodistas. Ahí va Matías Fernández Burzaco. Lo miran y vuelven a mirar. Y de tanto mirarlo los pibes no ven los árboles. Y un amigo les advierte que cuidado, que van a terminar como él.
Matías, el de las manos de arbolito, es periodista. Escribió un libro que le sacó un par de lágrimas. Tiene un perro mezcla de mezcla que se caga en su pieza. Y una enfermera suplente que le dice cosas como: estás todo lastimado, qué triste ser vos, tu vida es para llorar.
Matías Fernández Burzaco dice que jamás podría suicidarse. Escribe, asegura, para mantenerse acuchillado. Rapea. Tiene miedo de morir ahogado en su propio cuerpo. Se arrepiente. La vida, define, es un borro-escribo-borro-escribo. No escribe ficción. No sabe escribir cuentos. Intuye que es pésimo, horrible, desastroso. Inventar y mentir le cuesta horrores.
A Matías Fernández Burzaco la muerte le suele acariciar la espalda.
En Chile, en la capital, en donde sucede todo y nada, un candidato propone exámenes de ADN a toda la población mayor de edad para repartir vitaminas a medida. Aventura una semana de la nieve. El candidato es rechazado por el Servel. Otro candidato, también rechazado, saca firmas en una notaría cerrada hace tres años.
En Chile una candidata saluda a la monarquía, asegura que es la solución a todos los males.
En Chile opinar es gratis. Tanto como equivocarse. En Chile la palabra vale un anuncio de internet de generación espontánea.
En Chile entramos en periodo de ofertas. De aquí a fin de año nos ofrecerán el paraíso. La ilusión de un país mejor, de una sociedad más justa.
El detalle es que la solución no está en ningún programa ni en ninguna Constitución.
La solución la tiene Matías Fernández Burzaco. Adhiero plenamente a su programa de gobierno. Leeré sus formas propias. Escucharé sus rapeos. Buscaré firmas a lo largo y ancho de Chile. En los hospitales, en las ferias, en los ríos secos, en las cárceles y prostíbulos.
Seré su generalísimo y presentaré mi candidatura a La Moneda.