“Si el siglo XIX fue el del acero y el XX el del hormigón, el XXI será el de la madera”, asegura Marc Palahí, director del Instituto Forestal Europeo”. (Titular del Diario La Vanguardia España).
Por su parte en la pagina web de la CDT de Chile (La Corporación de Desarrollo Tecnológico es una Corporación de derecho privado, sin fines de lucro, creada en 1989 por la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) con el objetivo de promover la innovación y el desarrollo tecnológico en la construcción), se indica textualmente en una de sus publicaciones: “Las nuevas técnicas, junto con el desarrollo de maderas industriales, la economía circular y la apuesta por la descarbonización del sector han hecho de la construcción con madera una alternativa real».
A medida que la sostenibilidad se abre camino en el sector de la construcción, la madera vuelve de la mano de la innovación como material natural y 100% renovable. Gracias a los últimos avances en tecnología, el CLT es apto para todo tipo de construcciones, tanto para edificaciones de menor tamaño como para edificios de media y gran altura, además de conllevar un menor impacto medioambiental y reducir las emisiones de CO2. A todo ello se suman otras ventajas que aporta el uso de este material en la construcción, como un alto grado de estabilidad dimensional, capacidad estructural, ligereza, rápido montaje, y un buen comportamiento energético, además de su fácil adaptación a diferentes estilos arquitectónicos. Es notable el aumento de su uso en la construcción industrializada, y en este sistema constructivo es donde vamos a ver un crecimiento exponencial en los próximos años.”
El mundo camina hacia lo sustentable y en construcción, la madera es sustentable tanto ambiental, como social y productivamente.
Pocos días atrás, (24 de mayo) en la comuna de Empedrado, hubo un encuentro nacional de la gente del bosque, con participación activa de parlamentarios, directores nacionales de servicios relacionados (Conaf e Infor), academia universitaria y técnico profesional, gremios, sindicatos, agrupaciones de pequeños propietarios y de personas que trabajan en los productos forestales no maderables y en general, una convocatoria transversal del mundo de la madera, sobre doscientas personas. En el encuentro se habló de las potencialidades, de la adecuada convivencia entre distintos tipos de ecosistemas forestales, de la complementariedad de especies, suelos y clima, del desarrollo social y de la cultura e idiosincrasia de la gente que pertenece a este mundo.
Hubo interesantes conclusiones, como por ejemplo, la urgente necesidad de replantar los bosques afectados por los mega incendios, con especial énfasis en cultivos forestales productivos, restauración de aquellas superficies cuya preferencia es la vegetación nativa, protección urgente de los suelos que se habían recuperado de la erosión, pero que por abandono post incendios, se están volviendo a dañar, apoyo a cientos de pequeños propietarios que requieren volver a plantar sus suelos, repotenciamiento de la educación técnica, etc. Hubo potentes intervenciones de senadores, diputados, académicos, dirigentes gremiales y de propietarios.
Por otro lado, observamos las publicaciones con que se inicia esta columna, en donde el mundo camina en todos sus puntos cardinales, hacia la madera. Ideal sería que hubiera conexión entre estos planteamientos (“hay que escuchar la voz del pueblo”, acuñó el artista, en esa famosa oportunidad en Viña). Por parte de este modesto columnista, solo insistir una vez más: plantemos el árbol adecuado, en el lugar adecuado y con el propietario adecuado, pero no dejemos de plantar.