¿De qué se trató?
Gendarmería denunció que su personal fue agredido durante la mañana del martes por un grupo de 17 internos de nacionalidad extranjera, anunciando que, ante este grave incidente, se adoptaron medidas de seguridad consistentes en el uso de instrumentos disuasivos que habrían permitido controlar los hechos ocurridos en el módulo número tres de la unidad penal en Talca.
¿Cuál es la versión de Gendarmería?
«Más de una decena de reclusos agredieron a personal de servicio de Gendarmería, sin mediar provocación, produciéndose todo un despliegue de recursos de la unidad penal de Talca, para restablecer el orden. Así se registraron tres funcionarios con lesiones y, a su vez, fueron aisladas 17 personas cuyo estado de salud se constató, sin arrojar lesiones, pero sí irritaciones menores producto del uso de gases químicos», afirmó el coronel Rubén Pérez Riquelme.
¿Qué hechos ocurrieron previo al incidente?
El coronel Martínez explicó que «en esta época del año se efectúan despliegues preventivos de Gendarmería. Ahora no fue el caso, porque se estaba realizando el recuento matinal cuando ocurrió esta agresión. Fueron golpes de puño, pie y con elementos contundentes. Ahora bien, es habitual que la población esté más irritada, pero hacemos todo lo posible desde la perspectiva humanitaria. Pero los episodios violentos nunca están descartados al interior de una cárcel».
¿Que respondieron familiares de los imputados?
Una versión totalmente distinta entregaron familiares de los internos. Una mujer, de nacionalidad venezolana, dijo que «necesitamos respuestas. Me acaban de avisar que mi esposo está sangrando y que hay más gente en celdas de castigo. Hay más de 30 lesionados, porque les están pegando mucho. Hubo un allanamiento y pasó todo esto. No nos dan respuesta a nosotros».
¿Cuáles habrían sido las consecuencias?
«Están todos quebrados y aislados. A mí me dcerraron la puerta en la cara. Esto ocurre porque son todos extranjeros», afirmó.
