Uno de los desafíos que enfrenta nuestra sociedad, al igual que muchas otras del orbe, es propiciar las condiciones que favorezcan la disminución en las brechas de género; por lo anterior, observar el comportamiento de cifras que posean información clara y diferenciada nos puede ayudar a construir un diagnóstico correcto, identificar las reales causas del problema y, posteriormente, tomar e implementar medidas que efectivamente corrijan la situación detectada. Uno de los sectores con registro de cifras agregadas fiables es el de los bancos e instituciones financieras; y es así como, desde el 2009 a la fecha, existen estadísticas por género de los tres principales productos del rubro (ahorro, administración de efectivo y colocaciones o préstamos).
Para el caso del ahorro, los datos muestran que, del total de depósitos a plazo, los que fueron tomados por mujeres representan un 55%, sin embargo, los saldos ahorrados sólo corresponden al 46% del total. Un caso destacable lo representa los ahorros para la vivienda, categoría en la cual las mujeres poseen el 62% de las cuentas, con el 63% de los saldos totales.
En cuanto a la administración de efectivo, el género femenino ha mostrado durante todo este período una evolución favorable, acortando la brecha o igualándola. Por ejemplo, para las cuentas corrientes, el porcentaje sobre el total de cuentas, en manos de mujeres, avanzó desde un 37% (2009) hasta un 43% (2021), y para las cuentas vista lo hizo desde un 45% a un 51%; respecto a los saldos también se observa un incremento, siendo este desde un 28% a un 33%, para las cuentas corrientes, y de un 43% a 46%, para las cuentas vista.
Finalmente, donde aún se aprecia brecha de género más significativa, aunque con una pequeña tendencia a disminuir, es en las colocaciones o préstamos. Es así como del monto total de todos los créditos otorgados, el 31% lo obtuvo en 2009 una mujer, cifra que se elevó hasta un 34% en 2021. Si se analiza por tipo de colocación se observa, en general, el mismo comportamiento; ello pues, para el caso de los créditos comerciales, en 2009 sólo el 20% fue otorgado a mujeres, y en 2021 el 22%, para créditos de consumo los montos avanzaron desde un 35% hasta un 37%, y para créditos para la vivienda desde un 37% hasta un 40%.
En resumen, existen aún brechas de género en el acceso y uso de determinados productos bancarios, siendo más significativo el de las colocaciones o préstamos; no obstante, se requiere indagar las causas específicas de ello, siendo algunas posibles candidatas el nivel de las remuneraciones, la estabilidad laboral, junto al tipo y nivel de estudio, entre otras.