A todos en algún momento nos ha tocado ganar y perder en el fútbol. Sabemos lo lindo que es disfrutar de la victoria, sobre todo cuando el partido es importante , y también sabemos de derrotas que nos duelen y amargan el día.
El deporte siempre trae aparejada esta situación en donde a algunos les toca ganar y a otros perder. A pesar de los que nos toque vivir, es importante entender que nuestros éxitos o fracasos no nos determinan.
Es decir, no porque ganemos significa que esta todo bien, y cuando perdemos esta todo mal. Si hay algo que te enseña el deporte y la vida también, es que las victorias y derrotas que podamos tener, son hechos circunstanciales que dependen de un buen grupo de factores, que en algún momento te hacen coquetear con la alegría, pero al minuto siguiente también te pueden hacer vivir tristezas y amarguras.
Hay que poner siempre los pies en la tierra en cada caso, pues aunque ganemos siempre habrá cosas por corregir y cuando seamos los que pierden también habrán cosas positivas que rescatar. El fútbol está lleno de matices que te acercan o alejan del objetivo, y cuando se logra gestionar y ordenar las variables psicológ¡cas, físicas y futbolísticas, nos acercamos a nuestras metas.
Algunos postulan que las derrotas tienen una riqueza implícita que no muchos son capaces de observar , a partir de lo cual las personas se pueden reinventar y reconvertir para no volver a cometer los errores de ayer. Es por esto que tanto la víctoria o la derrota se convierten en una oportunidad, y quien sea capaz de identificarlas mejor ,podrá sacarle frutos para caminar a un futuro más exitoso.
Ricardo Moya Sánchez
Profesor de Educación Cívica
Licenciado en Educación
Técnico de fútbol amateur
