A juicio del parlamentario, sin mayoría es imposible impulsar cambios que perduren en el tiempo, precisando que un acuerdo electoral que no se basa en entendimientos programáticos sustantivos, está condenado al fracaso
¿Hay un antes y un después del 18 de octubre de 2019? ¿Se hizo una adecuada lectura de los alcances del estallido social y de lo que la gente expresó?
“Es evidente que la revuelta social de octubre es un hito histórico en nuestro país. La ciudadanía salió a las calles para expresar su malestar ante abusos y desigualdades que son francamente inaceptables. (…) La necesidad de impulsar transformaciones profundas no han podido llevarse adelante como resultado de las trabas que establece la actual Constitución. Ésta ha sido una camisa de fuerza, concebida en dictadura para neutralizar la voluntad del pueblo (…) El inicio del proceso constituyente, sin duda es una muy buena señal, porque vamos a tener una Constitución elaborada en democracia y con participación ciudadana. Pero lo más importante, es que va a entregar herramientas para impulsar los cambios que se hagan cargo de las demandas ciudadanas”.
Ud. ha dicho que para mirar el futuro hay que hacer un balance justo del pasado, pero hemos visto que se ha instalado una pugna polarizada de lo que fueron los últimos 30 años.
“Para construir un mejor futuro siempre es necesario tomar lecciones del pasado. Pero el balance del pasado debe ser adecuado, que considere los aciertos y avances significativos que hubo en el proceso de transición; pero que también se haga cargo de los déficits. Chile ha mejorado su calidad de vida de manera significativa desde que recuperamos la democracia, pero lamentablemente seguimos siendo una sociedad profundamente desigual. El principal desafío del presente es enfrentar con decisión la desigualdad y trabajar por erradicar toda forma de abuso; tomando, insisto, lecciones respecto de nuestro pasado”.
Y esos cambios, ¿buscados por mayorías responsables, más que por aventuras individualistas?
“La construcción de mayorías permite que los cambios se consoliden en el tiempo. Por el contrario, las aventuras individualistas son flor de un día y terminan generando consecuencias muy negativas para los pueblos.
Tenemos el desafío de conseguir una amplia mayoría de todos los sectores progresistas, comprometida con cambios profundos y a través de iniciativas que sean muy responsables respecto de efectos que generen en la calidad de vida de las personas, y que sobre todo nos permitan construir un mejor país. El sector que representamos encarna una opción de cambios profundos con gobernabilidad (…) El próximo gobierno no será fácil. Por un lado, tendrá menos recursos y por otro, enormes desafíos. Por eso se requiere de responsabilidad, y a la vez de audacia para llevar adelante cambios que permitan mejorar la vida de la ciudadanía”.
¿Dónde se siente más cómodo el PS? ¿En el camino de la izquierda o buscando más bien el centro?
“El PS es un partido de izquierda. Representamos a la izquierda democrática que cree en el respeto irrestricto a los derechos humanos (…) Desde la izquierda, creemos que es necesario construir entendimientos con otros sectores, particularmente del centro progresista, para materializar mayorías que permitan impulsar las transformaciones que son imprescindibles en nuestro país. En democracia, sin mayorías no es posible construir e impulsar cambios que perduren en el tiempo”.
¿Y qué tanto influye el hecho que algunos partidos sólo buscan una alianza electoral y así subsistir, más que avanzar con una mirada de futuro?
“Un acuerdo electoral que no se basa a su vez en entendimientos programáticos sustantivos, es un acuerdo que está condenado al fracaso. Por eso nos parece muy importante el dialogo programático y particularmente las propuestas respecto de los cambios que es necesario impulsar para enfrentar las desigualdades y erradicar los abusos (…) Es clave el dialogo entre los distintos sectores políticos y sociales y sobre todo generar un entendimiento y un compromiso con las transformaciones que hagan realidad los objeticos trazados”.
En su momento Ud. habló de sectarismos y vetos. ¿Eso definitivamente mata las confianzas y el diálogo?
“Efectivamente hay actores de la oposición que no creen en la unidad y que más bien han defendido con énfasis la tesis de la división y atomización de la oposición. Nosotros vamos a insistir en nuestra voluntad de diálogo y entendimiento, porque creemos que es imprescindible anteponer el interés superior del país por sobre cualquier otra consideración. Lamentamos que persistan en esa política del sectarismo y de la exclusión que es inconducente y que no contribuye a lo que el país necesita”.
En la militancia dolió la derrota de Paula Narváez, y responsabilizan a la mesa directiva central de ello. ¿Cuál es la autocrítica por no haber podido asegurar a la candidata PS en la papeleta de noviembre?
“En democracia, por definición se puede ganar y se puede perder. Por cierto, siempre hay que hacer el mejor esfuerzo. En todo caso, creo que en su momento tendremos tiempo para realizar un debate o un diagnóstico certero y sereno respecto a los resultados en la reciente primaria. Estamos comprometidos en todo caso con el proceso democrático en el que formamos parte, y por tanto vamos a apoyar a quien resultó ganadora en dicho proceso. El PS cumple su palabra.
Hemos participado en muchas primarias en nuestra historia. Hemos ganado en algunas y hemos perdido en otras, pero siempre hemos honrado el resultado”.
Y ahora con las elecciones presidenciales como objetivo, ¿el PS será mero espectador o activo protagonista en el proceso?
“Insisto. Honraremos nuestro compromiso, por tanto, vamos a apoyar a quien resultó ganadora de la consulta ciudadana del sector, es decir a la senadora Yasna Provoste. En ese contexto, el PS, sin duda. jugará un rol importante en el marco de la elección presidencial de noviembre próximo”.
¿Y qué dice el timonel PS cuando los militantes se dividen entre apoyar a Yasna Provoste y Gabriel Boric?
“La misma pregunta se me hizo con motivo de la segunda vuelta de la elección de gobernadores regionales en la Región Metropolitana. Nosotros participamos en un proceso de primarias en que resultó ganador Claudio Orrego (…) El PS, conforme a su historia y trayectoria cumplió con su palabra y apoyó a quien ganó ese proceso. Los resultados están a la vista y finalmente triunfo Orrego.
Puedo agregar que fuimos nosotros quienes exigimos a la DC la realización de la consulta ciudadana, por tanto, debemos cumplir con nuestro compromiso y respetar el resultado.
Yasna Provoste, además, representa una opción que da cuenta de los cambios y transformaciones que es necesario impulsar en nuestro país. Ella es nuestra candidata presidencial y la vamos a apoyar”.
El PS ha buscado establecer un bloque amplio con fuerzas progresistas, desde la DC al PC y al FA. ¿En qué se ha fallado para materializar esa instancia?
“Efectivamente el PS siempre ha estado convencido de la importancia de la unidad y por eso hemos promovido el dialogo con todos los actores de la oposición, sin exclusiones. Lamentablemente nos han dado varias veces con la puerta en la cara. Se nos dio un primer portazo cuando planteamos la necesidad de tener un comando unitario del Apruebo, porque hubo actores de la oposición que señalaron que querían comandos separados. Posteriormente, planteamos la necesidad de una primaria amplia de toda la oposición para definir a nuestros candidatos a gobernadores regionales. Cuando todavía estábamos dialogando, el Frente Amplio se fue a inscribir a nuestras espaldas para resolver, a través de este mecanismo, sus líos internos.
Luego planteamos la necesidad de contar con una lista unitaria para la Convención Constitucional, y el PC señaló que no estaba disponible para ese entendimiento. Finalmente, cuando manifestamos nuestra voluntad de concurrir a una primaria, se produjo el veto a partidos que apoyaban la opción de Paula Narváez, y, por tanto, se materializó la lógica de la exclusión de dicho proceso.
Insistiremos en la importancia de la unidad, pero está claro que hay actores de la oposición que no creen en la unidad y que están con la calculadora en la mano viendo como perfilarse como actores políticos individuales y no pensando en el interés superior del país”.
Y esa alianza establecida con el PC y FA, que según Ud. se dio pensando en un bien superior, ¿por qué fracasó?
“Dicho proceso fracasó porque hubo actores del frente amplio que junto al PC impusieron la lógica de la exclusión y que no estuvieron disponibles para un entendimiento más amplio. Es lamentable, porque esa lógica no contribuye a generar las condiciones para impulsar esos profundos cambios que demanda la sociedad chilena”.