Carlos Gardel visitó a Chile por primera y única vez entre el 25 septiembre y el 7 de noviembre de 1917 con su guitarrista José Razzano. Para asombro de sus seguidores, no traía tangos en su repertorio, sino que folclor argentino y canciones criollas que son muy aplaudidas. Curiosamente se presenta como “tenor”. Actúa en Santiago, en el Teatro Royal, de Huérfanos 1044, pese a que Oreste Plath, gran indagador del viejo Santiago, precisa que el teatro era de nombre Splendid.
En Valparaíso lo hace en el Teatro Colón el 29 de septiembre y en Viña del Mar en el Olimpo, ambos reconstruidos tras el terremoto de 1906.
El mito de su actuación en un teatro del barrio Yungay es sólo eso: Un mito.
En Talca, don Marcelino Palet recibe la propuesta de traer este dúo al recién abierto Teatro Palet, donde ya han actuado los mejores elencos de Chile incluido el célebre actor español Pepe Vila y su coterráneo Bernardo Jambrina, quien tiene entre sus jóvenes actores al promisorio chileno Alejandro Flores.
Pero la fotografía del regordete cantante argentino, de casi 120 kilos e inexpresivo rostro, no lo entusiasma. Don Guillermo Donoso, que supo de este episodio, solía mover la cabeza apesadumbrado: “A veces nos equivocamos tanto y sin remedio”.
Ángel Landini, “conocido actor cómico”, según describe la prensa de la época, llegó a Talca el 8 de enero de 1943. Le acompaña la actriz Amparito Bayer, tras una gira por Perú y Bolivia. La joven diva ha sido contratada por el Director de cine Pablo Petrovich para ser figura protagónica de una película a ser rodada luego en Santiago. No sabemos qué tipo de humor desarrollaba Landini, pero actúa exitosamente en el Teatro Palet, acompañado de la bella Amparito. Hoy, nuestros esfuerzos por hallar rastros de la fama de ambos, han sido inútiles.
El 5 de febrero de 1935, a casi un mes de su intento de suicidio en un hotel de Santiago y donde la salvó al recibirla en su caída el dentista Julio Besoain Robles, actúa en el Teatro Municipal de Talca la ya célebre cantante y actriz cinematográfica Libertad Lamarque. El diario “La Mañana“ de Talca lo califica como el “acontecimiento máximo artístico del año 1935”. Con moderno repertorio de tangos y canciones, viaja acompañada por el trío típico argentino Rodio, Alfredo Malerba y Artolo (el segundo de los cuales será su segundo esposo). Un desbordante público asiste a ver y conocer a la diva de los escenarios y el cinematógrafo.
Gabriela Mistral, no sabemos por qué razón, fue anunciada en 1938 como inminente visita a Talca, a dictar un recital de su obra. El 8 de mayo de ese año, se publicó en “La Mañana” de Talca una invitación de las ex alumnas del Liceo de Niñas para concurrir a “los diversos homenajes que se le rendirán” agregando incluso compartir con ella un “té”. Durante varios días se publicitaron programas, con una declaración de Huésped de Honor otorgado por el municipio, una transmisión por Radio “Atlántida” de Talca, etc…Pero así como floreció, se extinguió este frustrado acontecimiento, de cuyos detalles nunca más se volvió a hablar.
Una verdadera fiesta chilena, de las primeras en su estilo en Chile, fue la que trajo al Teatro Municipal de Talca el “Chilote Campos” (Enrique Campos), quien junto a sus “Huasos Trovadores” y la gracia en el baile de la cueca de su bella esposa Clarita, dan dos funciones el 1 de junio de 1936. Pero agregaría sabor criollo a esta actuación con la presencia de “Las Cuatro Huasas” (que en realidad eran seis integrantes), el primer conjunto femenino de música nacional, fundado en 1936, antes que “Los Quincheros” o “Los Provincianos”; dirigido por la curicana Esther Martínez y lo formaban Olga Rodríguez, Raquel Valencia, Yolanda Salas, Sara Parga y Teresa Muñoz. Se disolvió en 1940. De larga y legendaria trayectoria, “El Chilote Campos” recorrió escenarios de Chile y América.
Distinto es el caso de la Banda de Lúa, el pionero conjunto vocal brasilero, donde fue relevante la voz de Carmen Miranda. A su paso por Chile, en agosto de 1938, hizo actuaciones para radioemisoras de Santiago que fueron retransmitidas en Talca, con una bien lograda difusión del diario “La Mañana”, publicando fotografías del conjunto. Esta vez los esfuerzos de empresarios locales para traer al afamado conjunto a esta ciudad no dieron resultados, pero el ritmo de la samba llegó poderosamente a los hogares piducanos, con su pegajosa melodía. El retrato de amplia sonrisa de Carmen Miranda, fallecida a los 46 años en 1955, fue admirado por los hombres…Pero Talca se lo perdió.
En enero de 1943, efectúa una aplaudida presentación la concertista en arpa Margarita de Sinn, quien dirige un celebrado conjunto lírico. Desde luego lo hace en el escenario del Palet, con gran aplauso de la concurrencia. El apellido Sinn existe en Chile, pero nada sabemos qué fue de su trayectoria.
En abril de ese fructífero año artístico para Talca, arriba al Teatro Palet la Compañía del actor y autor teatral Juan Carlos Croahré (Buenos Aires 1908 – Santiago de Chile 1946) quien dejó un gran legado escenográfico en Argentina, para luego radicarse en Chile, representando aplaudidas obras, tanto en el Teatro Miraflores de la capital, como a lo largo del país. En todas destaca la actriz cinematográfica chilena Manolita Fernández. Con motivo de su visita a Talca, Croahré ofrece un recital poético en el Salón de Té de la Confitería Palet.
En octubre de 1943 llega Talca (y desde luego al Palet) la Caravana de Música Chilena, que dirige el gran maestro chileno Pablo Garrido (1905-1982), considerado el primer músico docto de Chile, compositor e investigador musical de notable obra. A los 18 años dirigió su primera orquesta de jazz y a los 20 organizó un concierto de música futurista. Pero cuando se suponía que su camino y vocación musical estaba definido, a principios de los años cuarenta se dedicó a investigar y reunir obras y autores del folklore chileno, para lo cual dictó conferencias, hizo documentales fílmicos y publicó un célebre libro: “Historial de la Cueca”.
En esta faceta de su creación, se presentó en Talca con una embajada de notables compositores e intérpretes, como Carmen del Río, ungida como Miss Radio de 1942, Pepe Aguirre, llamado el primer cantor chileno, Luis Aguirre Pinto, Carlos Olivares, entre otros. La presentación colma las expectativas del público local. El público exige una segunda función. En conversación con la prensa, Pablo Garrido dice que su intención es dar a conocer y difundir el aprecio por el folklore en colegios y entidades obreras.
Arrau en Talca
Arrau vino a Talca. El maestro arriba el 28 de octubre de 1930, hospedándose en el Hotel Talca (se dice que fue el último huésped ilustre de ese mítico local por cuanto se incendió meses después). Se adecúa el Teatro Municipal y la familia Hederra facilita un piano que cumple con las exigencias.
Un cuarto para las siete de la tarde del miércoles 29 de octubre, Arrau inicia su concierto en Talca ante un recinto repleto de selecto público. La presentación tiene tres partes: Beethoven, Chopin, Debussy y cierra con Liszt y la Rapsodia Española.
Después se le ofrece una cena en el Club Talca con algunos notables.
El concierto de 1940
En junio de 1940 el maestro arriba de nuevo a Chile: “La Mañana” de Talca gestiona su presentación en la ciudad. El 22 de julio de ese año el periódico aparece con un titular elocuente: “Claudio Arrau debe venir a Talca”. Las diligencias tienen buen fin: se fija como fecha del concierto el 11 de septiembre de 1940. Arrau llega a la ciudad el día 9. Esta vez se produce una indisimulada pugna entre el Municipio y la sociedad talquina por el lugar de la presentación. Aquél quiere como escenario el Municipal y los vecinos, piden sea el legendario Teatro Palet. La opción se resuelve en favor de este último por el excelente piano que posee.