
La imagen universal que transmite la figura del ex presidente Eduardo Frei Montalva, es la de un hombre tranquilo, mesurado y calmo, como buen profesional, católico e hijo de la idealizada “clase media´”, además de fundador y principal dirigente del Partido Demócrata Cristiano (PDC), que condensaba tales características.
Sin embargo, al calor de la política electoral los ánimos se elevan y a veces muchas personas pierden el sentido de las diferencias políticas transformándolas en ataques personales, de índole familiar o de otro tipo, lo que por cierto llega a desencajar a apacibles personajes.

Más aún cuando en el verano de 1964, en la campaña electoral complementaria a diputado, los llamados “tres tercios” políticos (derecha, centro e izquierda) se enfrentan en una batalla electoral que definirá la historia de Chile. Contienda que tiene su epicentro en un pequeño pueblo en ese entonces como lo era Curicó, en las vísperas de lo que se conoció como el “Naranjazo”, por el arrollador triunfo de Oscar Naranjo Arias, militante del Partido Socialista, que causó un terremoto político al ganar la izquierda en una ciudad que se consideraba bastión de la derecha, lo que llevó a ésta a votar por Eduardo Frei Montalva para evitar que ganara el candidato del Frente de Acción Popular (FRAP), Salvador Allende Gossens. Épica batalla electoral que dejó millares de historias y anécdotas, esta es sólo una.
EL INCIDENTE
En esta campaña todos los “pesos pesados” y presidenciables de los tres tercios políticos vinieron constantemente para apoyar a su candidato a diputado. Pablo Neruda y Salvador Allende apoyaban a Óscar Naranjo, Julio Durán Neuman a Rodolfo Ramírez Valenzuela y Eduardo Frei Montalva a Mario Fuenzalida Madriaza. Con mayor razón el día de la elección todo el mundo estaba con los nervios de punta.

En ese ambiente iba el senador Eduardo Frei caminando junto a sus secretarios y comitiva por calle Argomedo, detrás del Liceo de Hombres de Curicó, importante recinto de votación, cuando al llegar a la calle Membrillar, un sujeto totalmente desconocido y que no se supo a qué comando pertenecía, al ver a Eduardo Frei, se acerca y vocifera a todo pulmón repitiendo varias veces: “Frei, responde dónde tu hermano se esconde” (en alusión a problemas de cheques de su hermano Arturo).

Ante tan miserable provocación, el senador Frei se desencaja y hace un serio ademán de cruzar la calle para encarar al provocador, siendo detenido por sus acompañantes y por él mismo que midió las consecuencias. Sin embargo, no se pudo evitar que simpatizantes de Frei encararan al provocador que no se encontraba solo, generándose escaramuzas que obligaron a la fuerza pública a intervenir con un carro policial, no pasando a mayores.
Testigos de estos sucesos y quien los registró fotográficamente fue el cronista e historiador Patricio De los Reyes Ibarra (1930-2018), quien contaba con más detalles este suceso.