¿Cuál fue el balance?
La Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb) informó que más de un 82,2% de los estudiantes del país recibieron alimentación regular y de contingencia en sus establecimientos educativos en el marco del plan de acción implementado con el fin de reducir los efectos de la paralización que realizaron las trabajadoras manipuladoras de alimentos.
¿Cómo fue en Talca?
En la capital regional del Maule las trabajadoras en paro se congregaron en forma pacífica y sin incidentes en la Plaza de Armas y desde allí marcharon hasta las oficinas de Junaeb, con pancartas, lienzos y cantos alusivos a sus demandas gremiales.
¿Qué ocurrirá este miércoles?
Según lo informado por los gremios a Junaeb, a contar de este miércoles las manipuladoras de alimentos retomarán sus labores en los establecimientos educacionales.
¿Qué comentó la directora nacional de Junaeb?
Camila Rubio dijo que “las manipuladoras de alimentos son trabajadoras de empresas concesionarias, y es por eso que durante todas la jornada se fiscalizó a los prestadores para evaluar el cumplimiento del plan de contingencia, el que comenzamos a preparar el pasado jueves 7 de agosto. Esto se cumplió en la gran mayoría de los establecimientos y en los casos donde no ocurrió se aplicarán las multas que corresponden”.
¿Qué ocurrió con las empresas que ejecutan el programa de alimentación escolar?
La fiscalización detectó que 15 empresas cumplieron plenamente con lo exigido, mientras que en cinco regiones se detectaron cuatro concesionarias que mostraron los índices más bajos en la entrega del servicio.
¿Qué respondieron desde el Congreso Nacional?
El diputado independiente por las provincias de Linares y Cauquenes, Jaime Naranjo, manifestó su firme respaldo a la movilización que llevan adelante las manipuladoras de alimentos, destacando el rol fundamental que cumplen en la alimentación diaria de miles de estudiantes en el sistema público.
¿Cuáles fueron sus palabras?
“Las manipuladoras de alimentos cumplen una función esencial para garantizar que nuestros niños y niñas reciban una alimentación de calidad en los establecimientos educacionales. Su trabajo, que muchas veces se realiza en condiciones adversas, merece ser reconocido con mejores sueldos, estabilidad laboral y condiciones dignas”, señaló el parlamentario.
¿Cómo interpreta el conflicto?
El legislador enfatizó que esta no es solo una demanda laboral, sino también una causa de justicia social, ya que el bienestar de las manipuladoras repercute directamente en la calidad del servicio que entregan a las comunidades educativas.
¿Qué viene ahora?
El diputado reafirmó su compromiso de seguir apoyando a las trabajadoras en sus legítimas demandas, tanto en el Congreso Nacional como en los espacios de diálogo con las autoridades competentes, para avanzar en soluciones concretas y duraderas.