La recuperación de la actividad que ha mostrado nuestro país es, sin duda, una de las buenas noticias que debemos resaltar en el ámbito económico nacional. No obstante, existen sectores que requieren ser monitoreados, puesto que su comportamiento no necesariamente va de la mano con los incrementos de la producción. Un buen ejemplo de ello es el del mercado laboral, cuyas implicancias impactan, además de lo económico, en aspectos sociales y de bienestar general en los habitantes de Chile
Para comprender cómo se ha venido recuperando este sector, adicional al 8,9% de desempleo para mayo-julio del presente (marcadamente inferior al 13% mostrado a mitad de 2020, pero aún superior a los rangos de 6,5% a 8% que se registraban normalmente en los años 2017 a 2019), es importante disgregar las cifras y obtener, de esta manera, un diagnóstico más detallado.
Si tomamos el empleo asalariado formal, con base en los registros del número de cotizantes en AFP y del INE, los niveles actuales son muy similares a los mostrados en 2019. Sin embargo, para el asalariado informal y los empleo por cuenta propia, las últimas cifras equivalen entre un 80% a 90% de lo observado hace dos años. Por sector productivo, resalta Construcción, donde ya se considera que se recuperaron todos los empleos perdidos en la pandemia; y con un camino aún por recorrer se ubican Industria, Servicios y Comercio, cuyos niveles de empleo oscilan entre 90% a 95% del promedio de 2019.
Las cifras que más nos deben preocupar del mercado laboral vienen cuando este es mirado desde una perspectiva de género. Ello puesto que lamentablemente son las mujeres las que fueron y continúan siendo las más afectadas con la pérdida de empleo. De hecho, el Banco Central de Chile indicó en su penúltimo IPoM que el país retrocedió más de 10 años en el proceso de inclusión de la mujer en el mercado laboral como consecuencia de los confinamientos implementados para combatir la propagación de la pandemia.
Por todo lo anterior, es de esperar que el comportamiento responsable, ad portas de lo que significarán las venideras Fiestas Patrias, sea la principal característica que muestre nuestra sociedad, lo cual sumado al avance en el proceso de inoculación nos permita avanzar en la recuperación, principalmente para las mujeres de nuestro país, del mercado laboral.