Sixto González quiere descansar. La campaña por la alcaldía de Talca fue intensa. Hay agotamiento y también el sabor amargo y mezquino de la derrota.
Sin embargo, hay 33.694 votos de electores que creyeron en su proyecto y que lo sitúan en un mejor escenario que post 2011, cuando también fue candidato a alcalde, pero en un proceso voluntario.
Reconoce que como equipo les costó “llegar” con el mensaje de la candidatura y, además, advirtió la falta de apoyo de “socios” a su postulación y programa.
¿Qué lectura hace usted del resultado de las elecciones?
“Nosotros partimos con un estudio y teníamos claro, cuando empezó la campaña, que estábamos marcando entre 12 y 13%. La aguja se movió más o menos al doble, gracias a todo el esfuerzo que hicimos, todo el despliegue; pero efectivamente hay muchos sectores en que no pudimos llegar, y tampoco el discurso nuestro fue interiorizado por la gente, por los ciudadanos, porque estaban muy asustados. Muchos nos decían que ellos no podían dejar de ir a la playa, nos hablaban de que les gustaba el Festival de la Independencia, la Fiesta del Chancho, cosas que nosotros nunca dijimos que íbamos a terminar. De hecho, siempre hablamos de que íbamos a mejorar. Pero se creó esa sensación de que nosotros íbamos a terminar con algunas de esas cosas. También el rumor por ahí de que nosotros íbamos a correr poco menos que “guadañas” con los funcionarios municipales, cosas que tampoco dijimos en ningún momento. Se echaron a correr un montón de rumores que no eran tales y eso también hizo que muchos se espantaran y se aferraron a lo que había y se produjo esta votación. También hay un tema instalado del anticomunismo, que le hace muy mal a nuestra sociedad. Pero, aun así, creo que logramos llegar a una buena cantidad de gente. Son casi 34.000 electores, que no es una cifra menor”.
¿Usted me dice que básicamente el triunfo de Juan Carlos Díaz o la derrota suya en el fondo pasó porque la gente temió perder algunas cosas, beneficios que tenía, y no porque esa propuesta la considerara mejor que la suya?
“Bueno, de hecho, yo nunca conocí la propuesta de Juan Carlos Díaz y mucha gente también me la preguntaba. Era continuar con lo que se estaba haciendo hasta ahora. Hay varios factores que explican ese triunfo. Efectivamente la gente estaba asustada, que iba a perder algunas cosas que se estaban dando acá. Tener una canasta básica de medicamentos asegurada no pesó tanto como las otras cosas. Tampoco tener la hora médica o los exámenes de forma oportuna, que era la propuesta nuestra. Eso parece que no pesó tanto como las otras cosas que se han venido haciendo acá en la comuna. Tampoco pesó la propuesta nuestra de recuperar las veredas o los pavimentos, o recuperar los espacios abandonados, los barrios tampoco, siendo que cuando lo planteamos frente a la gente era muy bien recepcionada. Pero finalmente se dio esta lógica de querer mantener lo que había, en una interpretación errada, porque pensaron que nosotros veníamos a cambiar lo que se estaba haciendo o a terminar lo que se estaba haciendo, y nunca lo planteamos de esa manera”.
Entonces, ¿usted reconoce que hubo una falencia de su equipo para entregar los mensajes y que llegaran de buena forma a la gente?
“Sí, claro, también, por supuesto, nosotros tenemos que hacer ese análisis, de que no fuimos más claros en entregar el mensaje, no fuimos más didácticos, pensamos que la forma que lo estábamos entregando era suficiente, porque la gente lo entendía en el momento, pero no le quedaba grabado, que en el fondo yo creo que fue la falencia. Pero hay otros elementos también, hay que considerar que un alcalde en ejercicio tiene toda una maquinaria municipal disponible para hacer campaña, no tan solo en los dos meses previos a la elección, sino durante todo el año. Tiene una batería de proyectos que fueron barbechando para poder lanzarlos justamente antes de la elección por toda la comuna. Nosotros vimos desplegados un montón de aparataje municipal solucionando temas que estaban en la palestra en el momento, en los últimos dos o tres meses antes de que se diera esta elección. Hay un electorado también que es bien particular, y de repente como que hay un castigo, por ejemplo, a los cambios que proponemos desde el mundo de la izquierda. No ocurre lo mismo con el otro sector político, por la derecha”.
Sixto, pero ¿cuál es el mea culpa que hace? Me ha comentado varios factores que están en la otra campaña, o que la gente tenía prejuicios, pero de parte suya, ¿hay algo que no hayan hecho bien?
“Creo que nosotros como equipo de campaña hicimos un tremendo esfuerzo, un tremendo esfuerzo familiar, personal, de todo, económico también, pero yo creo que aquí el tema es que fallaron un poco los apoyos. Yo creo que hubo gente, estructuras partidarias que eran parte de nuestro bloque, que tampoco estuvieron tan presentes como hubiéramos querido, y ahí me hago una suerte de mea culpa con la misma estructura partidaria mía”.
¿Se sintió un poco solo?
“En algún momento nos sentimos solos, porque al parecer todos salieron detrás de sus candidatos a concejales, o candidatos a colegios, los pocos que se movilizaron, porque hubo muy poca movilización por parte de las estructuras partidarias, eso es innegable, y descuidaron lo que era el objetivo principal. Ahora nosotros no nos detuvimos para poder ponerlos a todos nuevamente en el carril, porque en realidad teníamos hartas cosas que hacer, y no era tiempo para detenerse; seguimos adelante, pero sí hubo momentos en que estuvimos bastante solos. Y la otra situación tiene que ver con que quizás no fuimos lo suficientemente didácticos, en un contexto donde hay muy poca educación cívica, mucha desinformación. El mensaje tiene que ser más didáctico, y ahí yo creo que fallamos. Era entendible en el momento, pero no era permanente en el tiempo”.