¿Qué tienen en común el país africano de Liberia y Villa Baviera? Ambos están compuestos por esclavos liberados. Liberia, (de “Libertad”) capital Monroe, se fundó como Estado en África de esclavos devueltos de Estados Unidos, esclavos liberados después de la abolición de la esclavitud a la cual habían sido sometidos por generaciones. Hablan inglés y tienen las costumbres norteamericanas integradas en su estructura social y cultural. Lo trágico de esta liberación es que los exesclavos cuando retornaron a África y fundaron su Estado, comenzaron a esclavizar a la población nativa. Si, tal cual, triste, pero cierto. Ellos replicaron el esquema de esclavitud que habían sufrido por generaciones.
¿Qué tiene que ver esto con Colonia Dignidad? La actual administración de la colonia está integrada por varias víctimas de la esclavitud y explotación del antiguo régimen. Ellos (bajo el amparo de la legislación vigente) replican antiguas estructuras (atenuadas). Negaron a los colonos ser dueños de sus casas. No por consideraciones económicas, sino por razones psicológicas y por temor a perder el control. El control, el poder y el miedo a la libertad lo aplican y replican hasta el día de hoy. Muchos colonos se han ido, otros que ya no tienen la fuerza psicológica se han quedado. Otros viven cómodamente de las antiguas estructuras y empresas. Llevan una existencia plana, sujeta a un humilde sueldo, una vivienda compartida, sin familia y desarraigados del mundo. Siguen su extraña y sometida existencia. Hoy Villa Baviera funciona en base al mismo Holding que alguna vez los esclavizó. No se ha cambiado por miedo de los ex oprimidos. Es una comunidad profundamente dañada, enferma, una subcultura que reproduce sus miedos, ignorancia y aislamiento y que prefiere aferrarse a estructuras conocidas aunque perversas, en vez de romperlo todo para rehacerlo todo en libertad y fuera de la colonia, pues en la práctica ésta ha sido su realidad. La desconfianza mutua es brutal, llega hasta al límite de la paranoia. Los reproches generacionales y de familias también son notorios, aunque las familias como núcleo no existían en tiempos de Schäfer.
Así, la expropiación que se está ejecutando, exacerba sus miedos mutuos porque ahora será un tercero que abrirá esta estructura extraña. El temor no es económico, al contrario, es muy probable que producto del pago de la indemnización por la expropiación el patrimonio del Holding aumente sustancialmente. Es un miedo a la falta de control, la pérdida de poder, la rotura del ciclo de explotación mutua y la implosión de una estructura jerárquica perversa basada en el miedo y la ignorancia. Solo un acto de autoridad pública puede romper esta entropía. La expropiación así contribuirá a la liberación psicológica de los colonos y a la restauración de su “Dignidad”. Tengo la certeza que con el correr de los años los mismos colonos se darán cuenta de esto.
“No hay mejor esclavo que aquel que no sabe que está siendo esclavizado.”
Winfried Hempel
Abogado de víctimas de Colonia Dignidad