¿Cuál es el contexto?
El terremoto del 27 de febrero de 2010 dejó huellas en Talca que todavía no se borran, especialmente, tras el derrumbe de viviendas que estaban construidas con adobe y que resultaron con daños estructurales e inhabitables. Este fenómeno generó que, tras el retiro de los escombros, la propiedad se transformara en un sitio eriazo, situación que se multiplicó especialmente en la zona céntrica de Talca.
¿Y qué ha pasado con el tiempo?
Ocurre que las empresas constructoras han logrado comprar algunos de estos terrenos para levantar allí proyectos de edificios de departamentos u oficinas. Sin embargo, la inflación, el aumento en el costo de los materiales y las limitaciones para acceder a créditos, podrían paralizar este proceso de repoblamiento del casco histórico de ciudades como Talca.
¿Cuál es la propuesta?
El tema fue abordado en el contexto del Concejo Municipal de Talca. Allí el edil, Hernán Astaburuaga, planteó que esta temática debe ser abordada por esta institución ai través de una política que desincentive a que los propietarios de sitios eriazos mantengan esta condición en sus propiedades, a través de un gravamen o el uso temporal de estos espacios por parte de la municipalidad.
¿Cuáles fueron las palabras del concejal?
«Hace algunos años se calculó que todos los sitios eriazos de Talca equivalían a 60 hectáreas de terreno. Esto es, son espacios de terreno que no aportan en nada a la ciudad y mucho menos desde el punto de vista económico. Además, se trata de terrenos que son propiedad de seis o siete familias que se dedican a la especulación inmobiliaria, esto es, mantienen lso terrenos baldíos hasta que se venden a alguna constructora en cifras millonarias. Pero eso no aporta a la ciudad», sostuvo.
¿Y qué hace desde una institución como la municipalidad?
«Creemos que estos propietarios deben retribuir a todos los talquinos. Por ello, estamos planteando elaborar una ordenanza municipal que se traduzca en un gravamen donde se cobre un impuesto por tener estos terrenos sin construir. Pero si no lo quieren pagar, darles como alternativa que le faciliten el terreno a la municipalidad, para utilizar esos espacios. Y si los logran vender, deben avisar con 60 días de anticipación», comentó Astaburuaga.
¿Para qué pueden servir estos terrenos?
«Lo que estamos impulsando es la idea de ‘ferias de bolsillo’, donde tomemos a la gente que está ejerciendo el comercio ambulante en la ciudad y que no tienen condiciones laborales, para que se regularicen y establecerlos en estos sitios, donde ellos puedan trabajar en forma tranquila y no afecten la circulación de los peatones. Allí puede funcionar muy bien en sectores céntricos de Talca. Ahora bien, en otras zonas donde existen pocas áreas verdes, se pueden generar ‘Plazas de Bolsillo’, es decir, donde podamos instalar ornamentación y equipamiento urbano, juegos urbanos y máquinas de ejercicios, todo apra uso libre y gratuito por las comunidades», subrayó.
¿Qué respondió el alcalde de Talca?
«La ley de rentas contemplaba una sobre tasación y un impuesto mayor a los dueños de estos sitios eriazos. Pero hay que revisarlo. Efectivamente, tiene razón en que existen bastantes sitios eriazos, algunos utilizados por inmobiliarias, pero todavía faltan muchos que están sin utilizar. Pueden ser ocupados provisoriamente o gravarlos con un mayor monto. Todo eso hay qeu revisarlo legalmente, para no perjudicar a los contribuyentes. jme parece una idea importante de explorar», indicío Juan Carlos Díaz.
