Lo que marcó más fuerte en una hora y 40 minutos de la Cuenta Pública del Presidente de la República fue el Matrimonio Igualitario, convirtiéndose en el mensaje más controvertido y que seguramente va a quedar por varios días. Fue la noticia más potente contenida en los primeros 20 minutos de discurso y que de inmediato desató variadas reacciones en redes sociales. Sin embargo, al que más le incomodará será al abanderado de Chile Vamos, Joaquín Lavín, quien tendrá que enfrentar esta discusión porque claramente a un gran sector de la UDI y a los más radicalizados de RN, que incluye a la bancada de los evangélicos, le complica la propuesta del Mandatario.
Otro punto que también conviene destacar es la creación de una Fiscalía Especializada en delitos contra los Derechos Humanos y el fortalecimiento del programa para víctimas de traumas oculares en las manifestaciones. Acá se rescata como un elemento significativo porque en este ámbito hay muchas intervenciones, pero con escasas acciones; el punto alto se lee como un avance porque en estas temáticas no solo tienen que declararse sino, a su vez, garantizarse.
Con respecto al perdón a quienes que no recibieron las ayudas que necesitaban y que, además, son las mayores críticas políticas en el marco del manejo del Covid 19, no logró el efecto que esperaban, pues no alcanzó el tono de mea culpa ni menos una señal política con inclinación personal. En este ámbito de la pandemia, quedan más sombras que luces, excepto el plan de vacunación que nadie lo podría desconocer como una gestión adecuada, aquí surgen las polémicas de los respiradores artificiales donados por la CPC, la situación del espacio Riesco que denota un problema de operación de la crisis sanitaria, que por lo demás es propia sin compartir responsabilidades y tampoco decisiones con la oposición u otros frentes como el colegio médico.
El Presidente termina demostrando lo que ha caracterizado sus dos administraciones, su personalismo, que lo lleva a plantearse frente a un país que no es el que lo eligió el año 2017 tratando, incluso, de obtener ventaja especialmente en el proyecto de ley que le va a poner urgencia del Matrimonio Igualitario, recordemos que esta iniciativa partió en el gobierno de Michelle Bachelet. Esto habla de una personalidad política que tiende a controlar e imponer sus ideas, más aún cuando en esta oportunidad le raya la cancha a los convencionales sobre los temas que se tienen que tratar, los cuales hay que respetar y que son parte de las reglas del juego, que esto no es una hoja en blanco, tomando posición y pasando por encima de las sugerencias que entre más alejado la Convención de los poderes del Estado mejor va a funcionar.
Tal como se planteó, esto expresa un estilo que se niega a desempeñarse en el papel que la historia le está otorgando, ya no más ser Jefe de Gobierno, sino un Jefe de Estado, ocupado en estos últimos 10 meses de mandato en los temas importantes, porque en cuanto a los proyectos de ley anunciados no tiene capacidad ni tiempo para poder hacerlos.
Su hiperliderazgo, relacionándose a título personal, planteándose soluciones simples a problemas complejos como la situación en la Araucanía y la negación de lo que se vive en el entorno, da a entender que la correlación de fuerza que hoy tiene el gobierno hace imposible que se lleven las iniciativas que comunicó. Estos son los elementos que se advirtieron con mucha claridad en su último Mensaje a la Nación.