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Marco Enríquez – Ominami: “Buscaré una autonomía total de las regiones”

En conversación con Diario Talca, el abanderado del Partido Progresista, anunció que está por un federalismo atenuado; exceptuando la seguridad, pues se debe contar con una policía nacional unificada; y también en materia tributaria, donde se promueva la solidaridad a nivel nacional.

En su última visita a la zona, Ud. expresó su disponibilidad para articular la unidad de la centroizquierda. Pasaron los meses y el mensaje no tuvo receptores.

“Boric y Jadue boicotearon la unidad, luego de echar a Paula Narváez de un proceso. Después Provoste asume una candidatura, siendo que hubo una primaria y donde se desconocen sus resultados. Eso no lo voy a calificar, aunque digamos que ahí hubo muy poco de sororidad, y que quiere decir hermandad entre mujeres (…) Así es difícil y eso es un problema; pero hoy ambos son reincidentes, porque les he pedido que firmemos ante notario un acuerdo de segunda vuelta y tampoco se dan por enterados. Les propuse también un programa de gobierno común y no accedieron”.

Es decir, ningún ánimo de construir unidad.

“Bueno y por eso Kast va primero. Y eso es el reflejo de que, indudablemente, la estrategia de Boric y Provoste no está funcionando”.

Y menos hay ánimo de hacer una autocrítica…

“Ninguna. Nosotros públicamente sacrificamos al Partido Progresista, porque en gobernadores fuimos los únicos que fuimos a primarias con la DC y el PPD. Por otro lado, achicamos los cupos del PRO en concejales para ayudar e hicimos todo lo que nos pidieron. Pero llega un punto en que, si se niegan a una primaria amplia, qué más podemos decir. Y si además nos cobran 120 millones de pesos, y después nos piden que el candidato proclamado, que era yo, no compitiera; pero después nos piden competir, y bueno nada pues. No hay cómo avanzar, pues ellos rompieron toda esa posibilidad”.

Entonces, ¿a estas alturas del partido, ninguna opción de enmendar el camino?

“A estas alturas da lo mismo. Estamos a siete días y el país deberá decidir quién enfrenta a José Antonio Kast. Hay que decir la verdad, porque este día 21 no habrá ninguna elección presidencial. No se elige Presidente, se elige quién enfrenta a Kast en segunda vuelta”.

¿Así de tajante?

“Está a días de ser Presidente de Chile un extremista. No sé si Boric y Provoste le toman el peso a la gravedad de lo que vamos a enfrentar (…) En la historia de Chile, el que llega primero a la primera vuelta siempre ha sido Presidente después, estadísticamente”.

¿Y en este escenario, con extremos tan marcados, qué papel juega Marco Enríquez – Ominami?

“Todo lo contrario de Kast y también lo contrario de Boric (…) A este último le ponen una alfombra roja y se tropieza en esta alfombra. Uno de sus candidatos a senador dice que le quieren meter inestabilidad al país, otro de sus candidatos a diputado dice que no van a imponer la ley frente a una ocupación. Eso es meter miedo”.

¿Pero eso da cuento sólo de un discurso equivocado o hay un tema más profundo? 

“Discurso equivocado, estrategia equivocada; pero además desconexión con la realidad. Eso quedó reflejado en el último rechazo al proyecto de retiro de las cuentas individuales de pensiones. Así que es culpa de Boric y Provoste que no tengamos cuarto retiro; porque Kast siempre estuvo en contra y al menos es honesto en decir que admira a las AFP y que su ministro de Hacienda será José Piñera”.

Pero a pesar de esta desconexión de la realidad, los números los posicionan arriba en las encuestas.

“Yo he visto otras que me ubican en tercer lugar, que somos los más competitivos y como el único ganador frente a Kast, pero no les creo a ninguna. Yo pienso que es pura manipulación o tenemos que creer que en Chile alguien quiere que Piñera se repita el plato por cuatro años (…) Les gustaría a los grandes empresarios que fuera Kast, pero lo lamento. El voto es secreto y por eso le pido a la gente del Maule que piense quién está más preparado para enfrentar a Kast en segunda vuelta”.

¿Pero algún mérito debe tener Kast o su ascenso sólo se debe a errores no forzados de Boric y Provoste?

“Tiene un mérito. Como es frío, la gente dice que es sereno; pero yo digo que es cruel. Yo creo que hay que enfrentarlo denunciando esa frialdad que tiene. Esa cosa neutra, es crueldad, no es sapiencia, no es sabiduría; es de una crueldad infinita”.

 Entonces su discurso, aunque extremo, prende entre la ciudadanía.

“Claro que prende. Yo estoy en la calle y Kast va al alza. Hay una resaca, la gente se cansó de las protestas y no puede más. Todos quieren paz y él ha logrado representar eso frente al miedo que mete Boric (…) Yo creo que no va a ganar, pero hoy en día está primero y hay que derrotarlo. El tema es que conozco gente progresista y de izquierda que va a votar por Kast, así como se dio en Brasil, donde fue electo Bolsonaro; pese a que semanas antes había ciento miles de mujeres marchando en las calles y con pañuelos verdes al cuello. Allá los afrodescendientes y las diversidades sexuales votaron por Bolsonaro”.

Y en ese “miedo” a Boric ¿cuánto de temor hay a la alianza con el Partido Comunista?

“No hay que mentirse y efectivamente Boric tiene una alianza privilegiada con el PC (…) En su momento Jadue no fue muy prolijo con su discurso y generó mucho miedo. Puedo hacer una larga lista con las declaraciones de temor que generaron en el país. Eso refleja que están muy mal formuladas sus ideas, y probablemente quisieron decir otra cosa; pero eso es típico de la vieja política, donde meto la pata y luego pido disculpas. Déjense de pedir perdón y pónganse serios, porque está Bolsonaro en Chile”.

En materia de programa presidencial, ¿cuál es la importancia que tendrá la descentralización del país?

“Soy autor, el año 2006, de la reforma que hoy permitió elegir los gobernadores. En esa ocasión, diputados regionalistas me dijeron ‘espérate cabrito’ que las regiones no están preparadas (…) Este tema es clave y por lo mismo estoy en la línea de un federalismo atenuado. Con mi propuesta buscaré una autonomía total de las regiones, salvo en aspectos como que la policía tiene que ser nacional unificada y que exista solidaridad tributaria, entre otros. Claro que con tres excepciones que son ley de rentas regionales, patentes eléctricas pagadas en las comunas y que el 25 por ciento de los impuestos de las empresas que usan, intensamente, una región, se quedan aquí”.

Hoy las regiones deciden un 15 por ciento de sus recursos. Imagino que es esencial disponer de una billetera más amplia, pero el poder de decisión también se debe incrementar.

“Se puede avanzar al 100 por ciento. Salvo los temas de seguridad y de tributos, las regiones deben ser quienes decidan. Por primera vez en 210 años de historia, los ciudadanos de regiones tienen un gobernador y una convención, y eso también es un gran avance para el desarrollo del proceso descentralizador”.

¿Y deben seguir las regiones con dos autoridades a la cabeza?

“Yo voy a crear 500 mil empleos y 16 cesantes. Así que el delegado presidencial que aproveche de sacarse selfis en la oficina porque lo voy a echar. Les aviso, el 11 de marzo eliminaré la figura del delegado Presidencial, eso debe terminar, porque no se necesitarán. Deben estar fuera”.

Hablar de regionalización se ha equiparado con la creación de nuevas regiones. ¿Va eso en la línea correcta o los territorios se debilitan? ¿Ve con buenos ojos avanzar en regiones macro?

“Desde una mirada optimista, creo que la regionalización no significa desconcentración del poder. La creación de las últimas regiones tiene todo el sentido del mundo (…) Siempre he dicho que la Región Metropolitana también debiera dividirse en dos. Si eso no ocurre, vámonos a las macrorregiones para hacer contrapeso. Ahora estamos enfrentando un proceso constituyente y ahí se definirán estas nuevas fronteras”.

Más allá del “vote por mí”, y a pocos días de las elecciones, ¿qué mensaje se le puede hacer llegar a la gente?

“Estamos viviendo un momento demasiado grande. Se está elaborando una nueva Constitución y por eso es demasiado grave que llegue un extremista. Y hay que tener claridad que al extremismo de derecha no se le responde con extremismo de izquierda, se le responde con esperanza y aquí estoy. Pero la verdad es que no se trata de mí, y por eso el mensaje es que vayan a votar, porque veo una anemia democrática y donde a nadie parece importarle esta elección”. 

¿Y cómo se sacude a la ciudadanía para que se entusiasme y vaya a votar?

“Con menos protesta y más propuestas. Hartas propuestas”.

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