¿De qué se trata?
Tanto en Talca -Campus San Miguel- como en Curicó -Campus Nuestra Señora del Carmen-, la Universidad Católica del Maule (UCM) abrió sus puertas para que lleguen cientos de escolares desde quinto básico a cuarto medio, durante enero participaran de una nueva edición de la Academias de Verano, aprovechando las vacaciones de los universitarios.
¿En qué consiste?
Se trata de una instancia que se realiza año a año y que es muy valorada por los participantes, quienes usan el tiempo para adquirir nuevos conocimientos e ir profundizando en su vocación.
¿Qué temas se abordan?
Conceptos de medicina, de impresión 3D, a confeccionar jabones y alcohol gel, idiomas, robótica, matemática de forma didáctica, fueron algunos de los 38 cursos que se realizaron en las sedes de Talca y Curicó de la UCM.
¿Qué dijo la directora de la academia?
La Dra. Pilar Zamora consultada sobre la importancia de esta actividad expuso que “son muy relevantes, pues permiten difundir y posicionar el nombre de la UCM en la comunidad escolar, generando o fortaleciendo los vínculos entre nuestra Casa de Estudios y los Establecimientos Educacionales”.
¿Qué dicen los beneficiarios?
Isidora Acevedo tiene 16 años, vive en Talca y realizó el Taller de Introducción a la Medicina, quedando feliz con lo vivido durante una semana. «Me motivó el que quería ver si me gustaba la carrera«, comenzó señalando Isidora, agregando luego que «fue una experiencia muy linda, donde pude compartir con muchos estudiantes de Medicina y ellos fueron muy cercanos y los profesores también se mostraron muy dispuestos a ayudarnos«, comentó.
Benjamín Albornoz de 18 años, también talquino, al igual que Isidora, disfrutó de la experiencia, la que esta vez sí pudo ser de manera presencial, ya que en plena pandemia también realizó este curso. «Pase de estar en el monitor a estar haciendo RCP o la maniobra de Heimlich», dijo entre risas Benjamín, agregando luego que “si tuviera que evaluar los aprendizajes adquiridos y a los profesores les pongo un 10, se nota que saben de todo y están muy dispuestos a explicarnos todo«, afirmó.
Benjamín Valderrama tiene 16 años, vive en Linares, y este 2025 realizó el taller de robótica, mientras que un año antes había aprendido sobre impresión 3D. «Me gustó bastante, tanto el programar, el proceso y el resultado», dijo luego de lograr que un auto control remoto, frene y cambie de dirección al acercarse a un objeto. «No sabía mucho, en la casa me gusta desarmar objetos y hacer circuitos, pero esta fue la primera vez que me pude poner a prueba», sostuvo luego el joven.