¿Qué ocurrió?
Todo comenzó en la noche de este miércoles 7 de agosto, en la Población San Máximo, en San Clemente, cuando sujetos desconocidos comenzaron a disparar fuegos artificiales desde una multicancha y, a en paralelo, a percutar armas de fuego, supuestamente, para manifestar una especie de «cultura narco barrista» en torno al funeral de un sujeto fallecido en un accidente de tránsito.
¿Cuál fue la reacción?
La alcaldesa de San Clemente, María Inés Sepúlveda, explicó que advertida de esta situación a través de videos publicados en redes sociales, tomó contacto con el Delegado Presidencial Regional, así como con los altos mandos de Carabineros y PDI, donde se coordinó un operativo de vigilancia del funeral clasificado como de «mediano riesgo» y que estaba programado para la tarde de este jueves 8 de agosto en esta comuna.
¿Qué medidas se adoptaron?
La jefa comunal explicó que, junto con el cierre temporal del comercio en las calles por dónde pasaría el funeral, también se adelantó la salida de clases en dos colegios y se dispuso medidas especiales en los centros de salud para atender posibles casos graves de personas lesionadas que, finalmente, no se utilizaron.
¿Y por parte de Carabineros?
El Delegado Presidencial Regional, Humberto Aqueveque, explicó que se coordinó una fuerza operativa de casi medio centenar de carabineros, incluyendo personal de Control de Orden Público, GOPE y uniformado perteneciente a la Primera Comisaría, quienes acompañaron el viaje del féretro por las calles de San Clemente, desde la Población San Máximo hasta el cementerio, donde participaron cerca de 40 vehículos y 200 personas caminando.
¿Cuál fue el balance final?
El mayor de Carabineros, Juan Manuel Payeras, explicó que en dicho contexto se llevaron a cabo 50 controles de identidad a sujetos sospechosos y una veintena de fiscalizaciones vehiculares, arrojando un detenido por microtráfico de drogas. Puntualizó que el funeral se llevó a cabo sin incidentes hasta su destino.
¿Hubo críticas políticas?
El diputad de Evópoli, Jorge Guzmán, afirmó que «es impresentable y una verguenza que sean las personas de bien quienes deban alterar sus actividaes por un funeral narco en San Clemente. El comercio debió cerrar por el riesgo que significaba. La delincuencia le sigue ganando a la región del Maule producto de un Gobierno que es pasivo. Nadie se hace responsable de darle tranquilidad y seguridad a la gente».
¿Qué contestó la alcaldesa de San Clemente?
«Se hizo un trabajo que fue reservado, llamando a la comunidad a mantener la calma, pero de manera preventiva. Se le pone un tema adicional porque estamos a pocos meses de una elección. Si no se hubiesen tomado medidas, a lo mejor, habríamos tenido que lamentar algo. Es decir, todas las medidas de prevención fueron efectivas. Esperemos que esto no siga sucediendo en San Clemente», afirmó María Inés Sepúlveda.
