Y la tercera fue la vencida. Después de dos fallidos intentos, Melania Moya Plaza se convirtió en concejala de la comuna de Talca. Y lo hizo a lo grande, tras lograr la primera mayoría en los comicios del pasado mes de mayo.
La nueva autoridad edilicia es madre, abuela y profesora de educación especial diferencial, además de educadora de párvulos; ejerciendo su labor docente por más de 30 años.
Pero su pasión no sólo se da a nivel de aulas, también en el ámbito gremial ha mostrado compromiso y trabajo; al punto de consolidarse como dirigente de la Central Unitaria de Trabajadores y presidenta comunal del Colegio de Profesores en dos ocasiones. En la actualidad ocupa el cargo de secretaria regional del mismo cuerpo colegiado.
Si bien en su época universitaria estuvo vinculada a un movimiento de jóvenes católicos, cuyo trabajo se focalizaba en el método ver – actuar – juzgar; con el devenir de los años, fueron esos mismos principios los que la fueron acercando a la teoría marxista. Años después pasaría a formar parte de las filas del Partido Comunista, militancia que mantiene hasta estos días.
Esta vez los votos no se fueron a ningún lado y le permitieron llegar al Concejo. Valió la pena asumir otra vez el desafío.
“Se trabajó harto y se convocó a muchas personas, pero para ser sincera, todavía me sorprende la cantidad de votos que obtuve (…) Hay que decir que toda decisión a nivel de partido, más que en términos personales se da en una lógica del colectivo. En ese sentido, se levantó esta nueva candidatura, y efectivamente yo me postulé en dos oportunidades y si bien no gané, en ambas ocasiones mis votos ayudaron para que fueran electos candidatos de la lista. Primero fueron un aporte para que saliera Carlos Ramírez y cuatro años después mis votos permitieron que por vez primera un militante comunista, como fue el caso de Sixto González, llegara al Concejo”.
Y a pocas semanas de asumir, ¿hay nervios, expectación o calma?
¨Indudablemente hay nervios. Uno quiere dar y hacer lo mejor, para que, a la hora de los balances, los vecinos y vecinas de la ciudad digan valió la pena votar por ella (…) A la vez hay confianza, ya que siento que puedo aportar con mi experiencia en los ámbitos en que me he desenvuelto, aunque también hay aspectos que los da el aprendizaje y que son útiles en este tipo de funciones, que dicen relación con la capacidad de escuchar, trabajar en equipo y apuntar a lo colectivo. Por lo mismo, no me inquieta que todos pensemos distintos, pues creo que es necesario el debate y que éste nos lleve a aunar criterios para que sea la comuna la favorecida y nuestros vecinos tengan un mejor vivir”.
Hoy en los tiempos que corren, la exigencia es mayor…
“Hoy enfrentamos un momento complejos y muy distintos, por todo lo que significa esta pandemia. Después de la revuelta social, también vino un giro importante en el ámbito público y político. Hoy es tiempo de construir, y eso debemos hacerlo desde nuestras diferencias, que son muy legitimas (…) Hoy la gente está muy expectante porque espera mucho más de sus autoridades, tanto en términos de transparencia, de trabajo cercano y que haya real sintonía con sus necesidades”.
Y sintonizando con la gente, ¿Qué temas le gustaría potenciar desde el Concejo?
“El tema educativo me interesa sobremanera, en el entendido que es la base de todo desarrollo, y que a través de éste podemos dar respuesta e impulso a la formación integral de la ciudadanía. También hay temas como es el relacionado al género y los pueblos originarios que hoy están abandonados, porque no existen políticas comunales que vayan en esas líneas; siendo que ambos temas son muy contingentes y requieren de ser abordados”.
No obstante, antes de cualquier cosa, lo primero que tendremos que hacer es instalar en el municipio la idea de transparencia absoluta. En ese contexto es muy importante iniciar esta nueva gestión con una auditoria, y es que debemos saber en qué pie estamos y cuál es nuestro punto de partida. A partir de ello visualizaremos que podemos realizar y que no en los próximos años”.
Hay expectativas de la gente, pero desde lo personal ¿las hay también?
“Por supuesto que la hay. En ese sentido, me he ido interiorizando y estudiando las leyes que rigen el funcionamiento de la administración municipal, porque no podemos llegar a improvisar al Concejo. La idea es hacer un buen trabajo y para eso debemos volver a hacer gestión desde la participación ciudadana. La gente debe volver a encantarse con la actividad política, porque de esa forma la ciudadanía tendrá una mirada crítica e informada del acontecer, fortaleciendo nuevamente su rol cívico y de participación en las decisiones del país”
¿Y cómo proyecta esta variedad de posturas y perfiles que conformarán el Concejo?
“La diversidad la veo como una ganancia y eso me llena de optimismo. Esto nos permitirá tener distintas miradas y múltiples sensibilidades al interior del Concejo (…) Lejos de preocuparme, podemos sacarle bastante provecho a la multiplicidad de posturas. Cada concejal, desde su ámbito de acción, puede ser un aporte, siempre y cuando ese esfuerzo vaya ligado al bien común, al servicio de la gente y no a lo individual ni a lo cortoplacista”.
¿Qué le ofrece Melania Moya a la ciudadanía de la capital regional?
“Abrir un espacio de trabajo y apoyo con las organizaciones comunitarias y de bases. Es en el colectivo donde no sólo visualizamos las necesidades, también desde ahí buscamos las soluciones (…) Ojalá pudiéramos involucra más a la gente a la gestión; y por eso mi idea es que podamos generar las instancias que nos permitan sesionar en distintos sectores de la comuna. De seguro eso nos permitirá levantar propuestas de ciudad, y la gente, por su parte, sentirá que es escuchada. Se sentirán parte de un trabajo común”.