Todos los meses el Banco Central de Chile (BCCh) lleva a cabo la Encuesta de Operadores Financieros (EOF) en dos momentos diferentes, una antes de la reunión de política monetaria y otra posterior al desarrollo de ella, consultando a quienes son responsables de las decisiones financieras de cada institución invitada a participar de este reporte, organizaciones que pertenecen a la industria bancaria local y a los intermediarios financieros (AFP, compañías aseguradoras, corredoras de bolsa, fondos mutuos y entidades extranjeras que operan activamente con nuestro país), respecto a las expectativas sobre el comportamiento esperado para la inflación (trayectoria esperada para el IPC), la tasa de política monetaria (TPM), así como del comportamiento del valor del dólar proyectado a 7 y 28 días.
En este contexto y, considerando la definición antes señalada, se puede concluir que la información que de ésta emana, nos da luces y señales claras respecto a cómo el mercado está mirando e internalizando el comportamiento de la economía nacional con especial énfasis en lo que ocurrirá en materia de decisiones de política monetaria y de cómo el instituto emisor actuará para resguardar el control sobre el nivel de precios y con ello sobre el costo de vida.
En el reporte más reciente, post reunión de política monetaria de mayo, los resultados, sin duda, sorprendieron sobre todo porque dan cuenta de la persistencia de las presiones inflacionaria que aparentemente, y al menos a corto plazo, no darán mucha tregua, ello pues se espera que los IPC mensuales venideros oscilen en torno al 1%, dado que las proyecciones hablan de un 1,1%, 0,8% y 0,9% para mayo , junio y julio, respectivamente, gatillando con ello, una corrección con sesgo al alza de las tasas de interés, prospectando una TPM para junio del 9% (hoy estamos en 8,25%) y para septiembre de 9,25%, con lo que se espera se cierre este 2022 en un 9%, lo que se ubica por encima de lo que proyectaban en el reporte anterior. Todo lo anterior, a raíz de las condiciones y expectativas que hay sobre el escenario tanto interno como externo, estando el último marcado por el conflicto bélico Rusia-Ucrania, por las altas tasas de inflación de las economías más importantes del mundo y las magras expectativas de crecimiento para la economía mundial.
Con todo, debemos seguir expectantes la evolución de los indicadores, pues las esperanzas están cifradas en que durante el tercer y sobre todo el cuarto trimestre del año en curso, la inflación vaya cediendo de manera que los precios detengan progresivamente la tendencia alcista que estamos viviendo, favoreciendo con ello la reactivación, pero sobre todo el bienestar de las familias, fuertemente golpeado por el incremento en el costo de vida de estos últimos meses.
Jennifer Karen Rivera Arroyo
Vicedecana Facultad de Administración y Negocios
Universidad Autónoma de Chile, sede Talca