¿Cuál es el contexto?
La actual situación meteorológica, caracterizada por bajas temperaturas sostenidas, ha encendido las alarmas en el sector agrícola, un pilar fundamental para la economía de la región del Maule.
¿Cuáles pueden ser las consecuencias?
Las heladas pueden tener efectos devastadores en los cultivos, causando daños irreversibles en las plantas y reduciendo significativamente la producción agrícola.
¿Cuál es la advertencia?
El INIA ha alertado sobre el impacto potencial en cultivos sensibles a las bajas temperaturas, especialmente en forrajeras y hortalizas.
¿Qué otros impactos?
Las bajas temperaturas también pueden afectar el desarrollo de los cultivos forrajeros, esenciales para la alimentación del ganado, generando un efecto en cadena que impacta a toda la cadena productiva.
¿Qué dice un experto?
Las heladas (escarcha en praderas) producen daños por congelamiento en las praderas suplementarias, alterando negativamente la producción y calidad del forraje.” Además, añade que “El daño se intensifica al promover el descongelamiento de forma mecánica por el paso de maquinarias y pisoteo de animales. Por esto se recomienda no utilizar las praderas mientras permanezcan congeladas (escarcha) y movilizar los animales por callejones, para evitar el pisoteo de la pradera”, afirmó Dr. Luis Inostroza, investigador en INIA Quilamapu.
¿Cuáles son las recomendaciones para los cultivos de hortalizas?
- Mantener los invernaderos y micro túneles cerrados durante las noches y mañanas para evitar pérdidas de calor en zonas cercanas a las plantas.
- Ventilar y renovar el aire al interior, preferentemente durante las tardes.
- Usar cubiertas o mallas térmicas, especialmente en cultivos al aite libre.
- Evitar o minimizar labores que muevan el suelo cerca de las plantas en desarrollo (aporcas y trasplantes) privilegiando las horas de la tarde para evitar perdida de calor en la zona de las raíces.